LA MESTA EN LAS TIERRAS DE FUENTELCÉSPED
Nov 26 2015

POR JESÚS GARCÍA Y JIMÉNEZ, CRONISTA DE FUENTEELCESPED (BURGOS)

Antigua sede del Consejo de la Mesta, en Madrid

Sabido es que Fuentelcésped es eminentemente agrícola hasta el punto que la vid se ha convertido en el monocultivo por excelencia. Y eso que no falta memoria que hace un siglo dicho monocultivo llevó a la ruina a Fuentelcésped – comenzando su decadencia económica y demográfica- al declararse una plaga de filoxera que diezmó las cosechas vitivinícolas de esta y muchísimas comarcas de la geografía nacional.

1832 Aranda Mesta Archivo de Mambrilla

Por el contrario, el tema ganadero no tuvo mucha aceptación en la Villa y su término hasta el punto que en la actualidad solo existe una familia ganadera en la localidad que mantiene la raza de oveja churra autóctona, lo que pone en evidencia con total claridad que los intereses agrícolas siempre, y mayoritariamente hablando, se imponen ante los ganaderos.
Posiblemente en el predominio del agricultor se basen la cantidad de pleitos, y eso que está demostrado secularmente la tradición fuentelcespense de pleitear, que mantuvo contra el Concejo de la Mesta por parte de los agricultores.

1631 Fuentelcésped 1

Se ha tratado de documentarlo al máximo para conocer lo que realmente era la Mesta, las medidas y clases de vías pecuarias y por último un laborioso trabajo encargado a propósito para esta crónica a D. Daniel Sanz Platero – a quien agradezco su apreciada colaboración- y que ha detallado los pleitos en la tierras de Fuentelcésped y Aranda, de una manera bastante fidedigna, esperando que esta crónica pueda despertar su interés ante tal apasionante tema.

El honrado concejo de la Mesta

El Honrado Concejo de la Mesta de Pastores fue creado en 1273 por Alfonso X el Sabio, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional y otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios tales como eximirlos del servicio militar y de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.

Con anterioridad ya los ganaderos se reunían en asambleas o consejos llamados «mestas» (la palabra mesta proviene de mixta, que significa ‘mezclada’) en diversas localidades dos o tres veces al año con el fin de tratar de los negocios concernientes a sus ganados o gobierno económico, y para distinguir y separar los mestencos (animales sin dueño conocido) que se hubiesen mezclado.

Durante la Edad Media y con el paso del tiempo, se añaden nuevos privilegios reales a la Mesta, como pasará a ser conocida, junto con una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, lo que provocó largos e incontables pleitos hasta el año 1836, en que se abolió.

La Mesta es considerada una de las agrupaciones corporativas o gremios más importantes de Europa de la Edad Media y el primer gremio ganadero, aunque existieron corporaciones locales de ganaderos anteriores en Aragón (Casa de Ganaderos de Zaragoza).

En la España medieval, durante la Reconquista, los reinos cristianos y musulmanes estaban separados por una franja de territorio que podía llegar a tener hasta 100 km de anchura, casi despoblados, pues era tierra de nadie sometida a continuas incursiones bélicas de los dos bandos. En estas tierras no valía la pena labrar, porque las campañas bélicas se organizaban durante el buen tiempo, en la época de las cosechas, de modo que lo más probable es que, por unos o por otros, acabaran dadas al fuego o al saqueo.

Este territorio lo aprovechaban los pastores, cuyo ganado podía moverse de un lugar a otro, practicando la trashumancia, de modo que lo recorrían durante el otoño y el invierno (temporadas frías) y, en la temporada de campañas (primavera y verano), se refugiaban en las montañas del norte, más húmedas y que conservaban sus pastos durante el tiempo cálido, consiguiendo formar una ganadería muy importante. La base principal de la importancia económica de estos rebaños era la oveja merina, cuya lana, de gran calidad, era apreciada (y todavía lo es) en toda Europa, así como la oveja churra, para carne. La lana tenía como mercados importantes Medina del Campo y Burgos. Conforme avanza la Reconquista, estas tierras se van repoblando y labrando, mientras se establece otra franja de tierra de nadie más hacia el sur.

Cuando el rey Fernando III dio un gran impulso a la Reconquista (siglo XIII), incorporando a sus reinos gran cantidad de territorio y haciendo tributarios a los reinos «moros» que quedaban, la tierra de nadie se convierte en segura y los labradores roturan los pastos, prohibiendo el paso de los ganados que se comían las plantas verdes. Teniendo en cuenta que otra gran riqueza de Castilla es el trigo, los reyes (empezando por el sucesor de Fernando III, Alfonso X el Sabio) se ven en la necesidad de promulgar leyes para defender a unos y a otros, protegiendo las cosechas en general, al establecer caminos delimitados para el ganado entre las tierras cultivadas (cañadas, cuerdas, cordeles, etc.) para facilitar la trashumancia y el paso entre unas zonas de pastos y otras, generalmente situadas en zonas de difícil roturación.

Las agrupaciones de pastores y ganaderos se fusionaron en la «Real sociedad de ganaderos de la Mesta», según el privilegio de Alfonso X el Sabio, en 1273, aunque su denominación y reglamentación es de 1347, reinando Alfonso XI. Como se ha dicho, con su creación se intentaba evitar posibles conflictos entre agricultores y ganaderos, ya que estos últimos debían atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año, produciendo daños en los cultivos. Esto se subsanó construyendo unos itinerarios concretos: los de mayor anchura se llamaban cañadas, y las más importantes de entre ellas se llamaban cañadas reales, dando testimonio de su creación por el rey.

En las cortes de Toledo de 1480, se decreta dejar libre el paso de rebaños entre Aragón y Castilla, manifestándose el papel preponderante que los Reyes Católicos darían a la Mesta. El mismo año otro decreto otorgaba libertad absoluta para el tránsito de ganados en ambos reinos. Con esto no solo pretendían proteger esta actividad, sino también incrementar los ingresos de la corona mediante el arrendamiento y la venta de derechos de pastos. A partir de entonces, el presidente de la Mesta sería el miembro más antiguo del Consejo Real.

Desde el año 1500, la Mesta se organizaba celebrando 2 asambleas al año, una en el sur de la península entre enero y febrero, y la otra en el norte, entre los meses de septiembre y octubre.2 La labor de estas asambleas era resolver principalmente asuntos de carácter interno como la organización de las trashumancias próximas, orden de paso y la elección de los cargos que debían dirigir la Mesta.

El cargo principal era el de Presidente, los 4 alcaldes de cuadrilla que le ayudaban en sus tareas y los alcaldes mayores. También tenían relevante importancia los jueces de comisión, encargados de juzgar y multar a los que no cumplieran la extensa normativa de la Mesta.

Existe un gran desconocimiento sobre el funcionamiento a nivel institucional de la Mesta, lo que ha provocado todo tipo de especulaciones al respecto y ha creado “la leyenda negra”, que decía que desde los Reyes Católicos, la Mesta era una máquina perfecta por su organización, atribuciones y actuaciones.

Fue una organización muy poderosa debido a los privilegios que los reyes le concedían, ya que la lana era un importante producto entre los que exportaba Castilla a Europa, por lo que se debía fomentar la producción de lana, a veces en detrimento de la agricultura, con el caso paradigmático de Extremadura, y la casi desaparición de la agricultura, previamente dominante.

La Mesta fue una de las causantes de la deforestación sufrida en la península a lo largo de la historia, ya que la gran cantidad de ganado necesitaba mucho pasto para alimentarse.
Su decadencia y posterior desaparición en el año 1836 tuvo varios motivos:

La pérdida del monopolio mundial de producción de lana merina (lana de alta calidad), a causa del robo de ganado durante la invasión de Napoleón, produciendo la caída de precios y la pérdida de mercados. Se consideraba que la salud de la población en el norte de Europa y Estados Unidos dependía de la cantidad de lana disponible por la población.

Elevados precios locales que hacen que las exportaciones de la lana empiecen a ser menos competitivas.

Continuos conflictos entre ganaderos y la industria, que poco a poco van tomando poder y les van limando ciertos privilegios.

Las guerras con Portugal, que hacen que muchas cañadas no puedan ser utilizadas.

La creciente necesidad de dinero de la Corona, que hace que la Mesta pierda privilegios de tipo económico.

https://es.wikipedia.org/wiki/Concejo_de_la_Mesta

125.000 Km. de vías pecuarias

Un gran paso adelante integrando a todos los ganaderos castellanos en único gremio, El Concejo de la Mesta, dio el monarca Alfonso X El Sabio, allá por el año 1273, generándose unos pingües beneficios tanto a nivel local como para la economía nacional durante varios siglos. Estas vías pecuarias se extienden por toda la Península a lo largo de 125.00 kilómetros, no tenían o no conocían fronteras ni reinos; al ser “vías de dominio público imprescriptible e ienalenable”. Pero el progreso jugó una mala pasada a estas vías pecuarias, el ferrocarril y los grandes trasportes por carretera, coincidiendo con las grandes exportaciones de otros países en el mercado de la lana, surgirían los grandes Planes de Desarrollo, las cañadas se fueron infrautilizado, cayendo en un deterioro por el olvido y el abandono a su suerte.

¿Cuantos vallados, al igual que en caminos de servidumbre, cortaron al viandante y al ganado ilegalmente el paso? Desde hace pocos años, apenas cuatro lustros, se está procediendo a una sabia recuperación progresiva para el uso tradicional para el que habían sido destinadas desde antaño; cumplimentándose con actividades turísticas, cicloculturismo y senderismo.

No es un tema nuevo, pero su interés le lleva al viajero a indagar pormenorizadamente en estos temas, mientras anoto los datos en el cuaderno de viaje. A estas alturas me he enterado que dependiendo de su anchura reciben una denominación, cosa que anoto y transmito a los amantes de los números:

Cañada Real- Son las principales, de anchura legal de 6 sogas de 45 palmas que hacen un total de 90 varas castellanas, es decir 75 metros.

Cordeles- 37,5 metros (La mitad de la Cañada)

Veredas- 25 varas (21 metros)

Hilos de enchufe- Cualquier vía pecuaria de anchura inferior.

Fuente: http://cronicasdefuentelcesped.blogspot.com.es

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