POR ANTONIO HERRERA CASADO, CRONISTA OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA
Con una estrella en la frente se representa habitualmente a Domingo de Guzmán. Dicen sus hagiógrafos que al ser bautizado, todos vieron cómo una estrella se posaba en su frente. De ese signo, sacaron otros que se trataba de un faro iluminador, una voz que extendía su llamado sobre el mundo.
Domingo de Guzmán, castellano de Caleruega, es junto a Francisco, italiano de Asís, uno de los faros que alumbran el mundo medieval. Fundador de la Orden de Predicadores, salieron de ella muchos inquisidores, sí, pero también muchos sabios, y grupos que abrieron a la realidad el derecho de gentes, los derechos humanos en el más básico sentido y aplicación. Hoy recordamos a Domingo de Guzmán, el santo castellano, en el día a él dedicado.
Esta imagen es la de Santo Domingo de Guzmán en el panel central del púlpito de alabastro que preside la nave central de la iglesia parroquial de Cifuentes . Junto a la iglesia se alza todavía el convento de los dominicos, aunque este púlpito se talló para dejar predicar a los monjes negros en su convento primitivo de San Blas, a media legua al sur de la villa.