SANTY HERREROS ALIAGA UNA “ACEITUNERA ALTIVA», PASIÓN POR EL OLIVAR.
Dic 11 2022

POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

Santy Herreros

Santy es una mujer comprometida con su familia, localidad y trabajo. Hay un movimiento de mujeres que quieren cooperar difundir y mejorar el desarrollo de nuestros productos agrícolas, especialmente el aceite de oliva. Madre de familia, con la esperanza de una niña que llegará en el periodo navideño.

Nos encontramos en el inicio de campaña, quiero recordar y evocar la destacada importancia que ha tenido y tiene la mujer en la recolección de aceituna. Desde aquellas caminatas hasta los tajos, la escarcha en el suelo en el frío invernal, los sabañones en manos y orejas, el cuerpo entumecido largo tiempo, pero era, es necesario “echar el jornal” o ayudar en la recolección de las escasas olivas heredadas de sus padres. Vaya para todas las generaciones de “aceituneras altivas” el homenaje en este caso representado por el entusiasmo, valor, decisión e ilusión de Santy, esposa, madre, premiada por su labor en la poda, defensora del aceite de la zona, de su cooperativa, San Isidro, de la que forma parte en la Junta Directiva, amante de la caza y apasionada en su labor olivarera.

“Nací en 1990. Mi infancia trascurre en Villanueva del Arzobispo, donde estoy arraigada y unida por la forma de vida, junto a mi familia. De pequeña estudié en el colegio Cristo Rey (como profesora en 3 años, la “seño” Ana Yolanda, (por cierto, un encanto de mujer) seguidamente me trasladé al colegio Fuensanta. La Secundaria la hice de nuevo en Cristo Rey, mi infancia y niñez las recuerdo gratamente.

Desde muy pequeña sentía pasión por el campo, al que iba con mis padres y compartía con ellos grandes momentos, alegrías y fracasos también. No todo es de color de “rosa” se suele decir. Después con el paso del tiempo y tras salir de la escuela decidí seguir con el legado de mis padres, su preciado campo y el olivar, que con tanto mimo han cuidado ellos y mis antepasados. Junto al gran apoyo, que es mi marido y porqué no decirlo y sería egoísta por mi parte cuento con la gran ayuda de mis padres y suegros. Ahora somos nosotros quien poco a poco vamos inculcando ese amor y cariño a mi hijo, Pedro, y en un futuro próximo a mi hija. Participo en la recolección de la aceituna, propia, pero también de otros, que llevamos en aparcería y arrendadas. Cuando me refiero a aparcería es un tanto por ciento para cada parte, por ejemplo 75% para el arrendador y el 25% restante de kilos de aceituna para el arrendatario. En caso de arrendamiento es un alquiler con kilos fijos impuestos al año, haya o no haya fruto, por ejemplo 3000 kilos al año.

Un día de aceituna es un tanto ajetreado nunca sabes que imprevistos pueden surgir y cómo solucionar y lidiar ante un problema, pero también es muy gratificante, recolectar el fruto que con tanto aprecio has cuidado y dedicado tu tiempo todo un año. Se pasa frío en las madrugadas de escarcha, hay lumbres, se recoge a mano o vareando, se utilizan los buguis, los mantones. Las mañanas son muy frías y duras, aunque ya se está perdiendo la vieja costumbre de ir al campo media hora antes de comenzar la jornada, para hacer una buena lumbre y calentarse. Se echa de menos, nosotros aún seguimos recolectando con vibradoras pequeñas, mantones y también cuando se meten las inclemencias del tiempo, la aceituna cae al al suelo y toca cogerla a mano y juntarla con sopladoras. Es verdad que las fincas grandes y de reconversión a intensivo y super intensivo tienen buguis y cosechadoras haciendo más difícil la competencia a la pequeña y mediana empresa. La comida se lleva desde casa, ya no hay tiempo para prepararla allí.

Solemos finalizar la recogida con la “botijuela” , celebramos el fin de campaña con una buena comida en compañía de todos los trabajadores que hacen un esfuerzo para que el fruto sea recolectado.

Sobre las cancioncillas en tiempo de recolección… “yo soy algo cantarina, lo reconozco, aunque un poco tímida, y lo hago estando a solas, me encanta”.

Sobre la importancia de la mujer: “No hay ninguna asociación de mujeres, con estatutos. Tenemos un grupo de WhatsApp en el que estamos muchas mujeres que como yo se dedican en cuerpo y alma a la agricultura, compartimos noticias, momentos y aptitudes. Me parece importante el papel de la mujer en el mundo del sector agrario y rural. Cada vez somos más las que optamos por este maravilloso sector, el sector primario. He tenido la suerte de poder vivir de él, y espero seguir haciéndolo. Hace cuatro años fui elegida por los socios, como una de las consejeras de la Cooperativa. San Isidro, a la que tengo el orgullo de pertenecer, junto a un gran equipo de compañeros. Hacemos día a día un duro trabajo para que funcione bien. Aporto mi granito de arena con sugerencias y mi tiempo a hacer el bien a todo socio. Para eso estamos, para mirar por nuestra empresa y que siga en auge. Todos los meses nos reunimos, mínimo una vez, para hablar de todo lo acontecido y exponer nuestras ideas. Llevo el tema de bodegas, puntos críticos y fábrica junto a mis compañeros.

La calidad de los aceites en nuestro pueblo es magnífica y me siento orgullosa de ello y poder decirlo. No lo hago solo por el amor que siento a mi pueblo, no. Lo hago con criterio. Resalta el resultado que tenemos en nuestro gran grupo de cooperativas como es Jaencoop al que pertenecemos las 3 almazaras de Villanueva, y cada año nos esforzamos por seguir poniendo el listón bien alto en cuanto a calidad. El precio de nuestro producto se encuentra en una época de altibajos como ya sabemos y cada vez es más difícil de subsistir de ello, pero claro siempre hay años buenos y malos como en todo. El precio del aceite, actualmente está estable desde unos 3’75 a 4,50 kilo de aceite. Si se mantiene es adecuado. pero el mercado oscila según la climatología y expectativa de kilos en el mundo.

Aunque es cierto que cada vez más se hace hincapié en dar publicidad a nuestro preciado producto, aún creo que nos queda un largo camino por recorrer y que sea difundido en todo el mundo, lo bien que nos hace está grasa natural. Sobre los aceites tempranos, tenemos en la localidad, nuestro AOVE, “Prólogo” recolectado en octubre, en su punto optimo que es el envero, fue uno de los pioneros que se abrió paso. Puedo decir que apuesto por el verde y por todos los que se van sumando que cada vez son más y mejores.

La cosecha este año es más bien floja, en general. La escasez de agua ha pasado factura en los campos y en todo el sector primario. El riego es nefasto puesto que se están agotando los pozos y sondeos y el olivo, que está acostumbrado al riego lo ha notado bastante, ha sufrido estrés hídrico y el calibre del fruto se ha visto afectado considerablemente, una vuelta de tuerca más aún.

Entre las tareas que necesita el olivar tras la aceituna, nos dice: “Después de la recolección nos ponemos manos a la obra con los fertilizantes para preparar la tierra y sus componentes. Acto seguido con la poda, desvaretado de tallos nuevos, soplar suelos, picar la hierba. La poda es lo que más me entusiasma y me gusta. Me presenté al primer concurso de poda que se realizó en nuestro pueblo quedando la 11° de 100 podadores, no es mala marca …

Llevas el tractor en determinadas faenas .¿Cómo surgió ? “Disfruto conduciéndolo. Surgió cuando mi marido poco a poco fue inculcándome todos sus conocimientos sobre ello y así comencé a animarme y perder el miedo; me queda mucho por aprender claro está pero poco a poco”. Aficionada a la caza: “Lo reconozco es una de mis grandes pasiones, desde pequeña he vivido este mundillo tan maravilloso. Primero con mi padre y después junto a mi suegro y mi marido. La verdad que me gusta la caza menor como el zorzal y reclamo con perdiz. Me llama más la atención la caza mayor( ciervo jabalí y cabra montés)”

Su ascendentes provienen de la aldea de Gútar: “Bueno, pues esta pequeña aldea de Villanueva es querida por nuestra familia y por mí, puesto que todos ellos han vivido allí. Yo he pasado también dos años de mi vida antes de casarme. Así que siento un gran cariño. Pero al que verdaderamente se le llena la boca con esta aldea es mi primo, el trinitario fray Pedro Aliaga

Asensio, que nunca se olvida y lo lleva a donde quiera que va con sus historias y relatos que tanto sabe.

La música me apasiona muchísimo y el cine también, cuando tengo hueco y tiempo libre(que es poco) me gusta ver pelis en familia.

Respecto a su día a día con su hijo, marido y familia: “Pues no como me gustaría, porque aún es peque y no puedo llevármelo donde quisiera y compartir conmigo aficiones pero ya nos va acompañando bastante al campo. Siempre que podemos vamos en familia juntos y lo disfrutamos a tope”.

Sobre su periodo de embarazo: “Lo llevo bastante bien. A la vista está que sigo participando en la aceituna y estoy en mi séptimos mes, para mediados de febrero esperamos con ansía a nuestra querida Rocío”.

Cómo ves Villanueva, Jaén, Andalucía, España , el mundo: “Esta pregunta es muy amplia, pero mi pueblo lo llevo siempre con orgullo al igual que mi querida Jaén y Andalucía, me siento plena de decirlo por donde voy.

Santy ha hecho un paréntesis en su preparación de la comida para el día siguiente, charlar con su hijo cómo le ha ido el colegio, y realizar las tareas domésticas ayudada por su marido.

Deseamos una feliz campaña, aunque sea corta. La mujer aceitunera, con nombre de nuestra patrona, Fuensanta, hoy nos ha contado parte de esta aventura permanente, del cuidado y recolección de la aceituna, de la defensa y calidad del aceite de oliva, del que una mayoría de la localidad, depende para sobrevivir.

FUENTE: M.L.F.

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