POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE).
En los años 2020 y 2021 «por las circunstancias de todos conocidas», es decir una pandemia mundial (con 219 millones de contagiados y 4,55 millones de fallecidos) contra la que de momento la mejor forma de luchar contra ella es vacunarse y evitar contagiarse manteniendo una distancia social de 2m y llevando mascarilla, ha impedido la celebración de actos multitudinarios en las calles. Es por este motivo por el que se han suspendido las fiestas de Moros y Cristianos, principal celebración de la ciudad más dulce del mundo. No en vano se celebran dos fiestas en un mismo año: las fiestas patronales (a finales de agosto) y la de los Heladores (a mediados de octubre).
Estos años no son los únicos en el que se han suspendido las fiestas de Moros y Cristianos, otros ejemplos serían 1945 y este de 1925, el cual traemos a colación por presenciar similitudes con el actual.
La Comisión de Fiestas del Ayuntamiento organizó fiestas en honor de sus patronos San Sebastián y San Bartolomé durante los días 19 al 26 de agosto de 1925, con una especial particularidad que en el programa de actos no se incluyeron la celebración de la trilogía festera. Sí, aunque puede parecer extraño, en 1925 se celebraron fiestas patronales sin Moros y Cristianos.
En el programa de festejos que como era habitual se redactó para las festividad aparece la única explicación oficial sobre la no celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos, que resulta al menos enigmática: «que si bien por circunstancias que son sobradamente conocidas no pueden tener lugar los números de Moros y Cristianos». Evidentemente las causas que impidieron esta suspensión estarían en boca del vecindario en 1925, pero ahora 96 años después nos resultan totalmente desconocidas. Podríamos apuntar, a modo de hipótesis, a problemas organizativos internos: número muy reducidos de festeros, inexistencia de personas capaces de llevar adelante los festejos, etc… No pensamos que pueda ser falta de fondos en las arcas municipales, ya que si se realizan otro tipo de fiestas a los patrones. La prensa provincial tampoco apunta sobre las causas de esta no celebración de las fiestas de Moros y Cristianos en 1925.
El programa de actos giraba en torno a las celebraciones religiosas dedicadas a los patronos centradas en los días: 24 de agosto, festividad de San Bartolomé y 25 de agosto, dedicado a San Sebastián. Igual como ha sucedido estos dos últimos años.
Con la finalidad de dotar de actividades festivas y culturales que motivaran la participación de jóvenes y mayores se organizó un amplio programa de festejos que iba desde el 19 al 26 de agosto que complementaban las celebraciones religiosas.
Un primer paquete de actos se organizó los días 19, 20 y 21 con carreras pedestres y de bicicletas, elevación de globos, danzas y como actividad estrella Cinematógrafo público en la calle Alfonso XIII. (Actual avenida de la Constitución-la Plaça).
Un segundo paquete de festejos agrupaba los tres siguientes días, 22, 23 y 24, en los que se organizaron carreras infantiles, cucañas, elevación de globos y por las noches en el salón Mundial (conocido popularmente como el Cine de Baix) funciones de varietés.
Qui no te la vesprà no fa la festa! Parafraseando este refrán el día 23 de agosto se aprovechó para anunciar los días de Fiesta Mayor. Así al amanecer se produciría un repique general de campanas (Sonarían las 8 campanas actuales, con las nuevas campanas: Corazón de Jesús, el simboliet de 1924, María del Rosario, la xicoteta, 1923 y Sant Bartomeu, la de sermó, 1923) y disparo de morteretes (RAE Pieza pequeña de hierro, con su fogón que usan en las festividades , atacándola de pólvora , y cuyo disparo imita la salva de artillería).
A las cuatro de la tarde y en el zaguán del Ayuntamiento se procedería a la entrega de limosnas y alimentos a los más necesitados. Actividad social que se solía hacer en la previa de nuestras fiestas, más bien para dejar patente la benevolencia de las instituciones municipales.
El día 24 de agosto de 1925, festividad de San Bartolomé arrancaba a primeras horas de la mañana con volteo general de campanas y lanzamiento de morteretes anunciando Fiesta Mayor. Seguidamente la banda de música de la población (Posiblemente sería una de sus primeras actuaciones después de haberse desligado de la Sociedad de Socorros Mutuos El Trabajo el 3 de junio de 1924. Su nombre posiblemente fuera La Independiente.) realizó una diana por las principales calles de la ciudad.
La misa en honor del patrono San Bartolomé se celebró a partir de las 10 de la mañana en el templo parroquial, predicando las glorias de santo un elocuente orador sagrado de Valencia. Se recurrió a un personaje de la curia eclesiástica valentina. Hay que recordar que en aquel tiempo Jijona pertenecía a la Diócesis de Valencia y no a Orihuela-Alicante.
Terminada la misa la banda de música ofreció lo más selecto de su repertorio en la avinguda de la Constitució en un mini concierto al aire libre. Seguramente nuestros antepasados al mediodía se dirigían a los bares y sociedades recreativas a tomarse la preceptiva cerveza.
Por la tarde la actividad se trasladó al Salón Mundial donde se ofreció un espectáculo de variedades.
El día 25 de agosto de 1925 estaba dedicado a ensalzar la figura del copatrono de nuestra ciudad, San Sebastián.
Por la mañana el programa de actividades era calcado al del día anterior, es decir a primeras horas de la mañana los disparos de morteretes y la diana de la banda de música La Independiente despertaría a los jijonencos.
A las diez de la mañana el Ayuntamiento en comitiva se dirigió desde la Casa Consistorial a la iglesia parroquial donde se celebró la solemne misa en honor de San Sebastián, con la intervención de «un orador sagrado de la catedral de Valencia».
Tras la misa el público se concentró en la Plaça para escuchar un pequeño concierto de la banda de música, que tendría un repertorio amplio. Al mediodía todos a tomar el vermut o la cerveza.
Las celebraciones religiosas de fiestas tenían su punto y final a las 5 de la tarde con la tradicional procesión, «disparándose en diferentes puntos, multitud de voladores e iluminándose la carrera con profusión de luces».
Por la noche un castillo de fuegos artificiales en la calle Alfonso XIII pondría fin a esta jornada.
El día 26 de agosto de 1925 por la tarde se harían unas carreras infantiles y la elevación de globos. A la caída de la noche se lanzó una traca en la Plaça y a las 22h el grupo de aficionados al teatro presentarían un espectáculo cómico en el Salón Mundial.
Las fiestas de 1925 fueron unas celebraciones especiales al no celebrarse los moros y cristianos que pasaron a la historia, al igual que las celebraciones del 2020 y 2021.
FUENTE: https://bgarrigos07.wordpress.com/2020/08/20/1925-unas-fiestas-sin-moros-y-cristianos/