POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Fue La Llera una extensa finca situada entre el río Sella y un camino cerrado por un matorral que llegaba hasta muy cerca del barrio de La Sala. La Llera estaba cruzada por una pequeña riega que recogía las aguas que bajaban de Cañanes y estaba poblada por grandes árboles como castaños, álamos y nogales. Buena parte de esta finca se la fue “comiendo” el río al no haber muro de contención que evitase las avenidas del mismo. En las inmediaciones de la que llamaban la “Rieguina” había un enorme castaño que sobresalía por encima de los demás árboles y -a su sombra- se trataban a diario las cuestiones que hoy se despachan con instantáneos “WhatsApps”, y es que el tiempo discurría con calma, sin los agobios que hoy nos hemos creado.
No fue cosa fácil adquirir esta extensa finca a la Condesa de Revillagigedo, que se resistía a deshacerse de ella, de modo que hubo que negociar con su yerno, don Manuel Argüelles, que había sido ministro de Hacienda y Fomento durante el reinado de Alfonso XIII y -nuevamente ministro de Hacienda- en la dictadura de Primo de Rivera. Argumentando que la finca se dedicaría a parque público y -con los buenos oficios de su yerno- la condesa se avino a la venta y ésta fue concertada en 4.000 pesetas, imponiendo la condición de que se consignase en la escritura que nunca se le podría dar otro destino que el indicado, tal como consta en los libros de actas del Ayuntamiento Parragués correspondientes a 1925 y 1926. Gracias a esta limitación se impidió que -en 1955- se construyesen en La Llera las 48 viviendas del barrio que seguimos llamando “Tocoti”, tal como alguien pretendió hacer…