POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA DE MONTIJO Y LOBÓN. BADAJOZ.
El jueves 23 de septiembre participaré en esta edición especial de los Coloquios Históricos de Extremadura, en el salón de actos de la sede de la Fundación Xavier de Salas (convento de San Francisco el Real de la Coria, s. XVI) de la ciudad de Trujillo, con la ponencia “Luis Chorot de Coca, el Bachiller Cantaclaro, (Lobón, 1876-Madrid, 1936), pensamiento, escritos y publicaciones”.
En la efeméride del 50 aniversario de los Coloquios Históricos de Extremadura, hago ejercicio sobre la vida y obra de Luis Chorot de Coca, abogado y escritor. El transcurrir de los años ha ido difuminando cuánto hizo desde las reivindicaciones, el ensayo, la crítica y la crónica. Junto a la sátira, ironía, humor y costumbrismo en sus versos y escritos.
En el Bachiller Cantaclaro, la musa retozona, siempre ágil y jocunda llena de optimismo en todos los campos, salta de un género a otro, abordando los temas más dispares, en graciosas evoluciones del pensamiento y el espíritu. Al hombre escritor, al poeta y narrador le dolieron las injusticias. Luis Chorot batalló desde sus escritos en reivindicaciones necesarias por el bien del país, de Extremadura, de la comarca, y por ende a los pueblos de Lobón, Puebla de la Calzada y Montijo, en su asignatura por el Puente de los Suspiros (Puente de Lobón). Chorot no cejó en sus peticiones hasta ver aprobado el proyecto. Escribía removiendo las conciencias aturdidas de sus coetáneos: “Extremadura, agoniza. La pereza, la mata. Falta actividad, porque faltan ideales. Faltan ideales porque sobran egoísmos”.
Chorot compartió sus escritos de reivindicación y crítica, con sentimientos costumbristas, produciendo “Hilvanes y zurcidos”, ensayo poético de un suave y finísimo humorismo, que denota sus dotes. Obra de madurez que le consagra como escritor. Su otra obra destacable: “Los penúltimos inquilinos del Congreso”, la forman versos satíricos sobre los diputados de las Constituyentes de la II República (1931-1933), donde lanza sus dardos, entre otras personalidades, hacia Romanones, Castelar, Unamuno, Azaña, Prieto, Gil Robles, Besteiro, Lerroux, Fernando de los Ríos, Gregorio Marañón, Martínez Barrios, Sánchez Albornoz, Martínez de Velasco, Clara Campoamor, Marcelino Domingo, Largo Caballero, Ángel Ossorio, Luis Tapia, Casares Quiroga, Juan Botella Asensi, Zulueta, Rafael Salazar Alonso, Diego Hidalgo, Narciso Vázquez, Eduardo Barriobero, Jiménez Asúa, Pérez Madrigal, Vidarte, Eduardo Ortega, José Antonio Balbontín, Basilio Álvarez, Pérez Madrigal y Companys.
El testigo de su pasión literaria fue tomado por su hijo Juan, también abogado, dramaturgo y poeta. Articulista, colaborador del diario ABC, redactor de La Codorniz, desde 1952-1977 -donde firmaba como Juancho e Iván-, buen amigo de Antonio Mingote, Chumi Chúmez y Cela. Juan Chorot Castillo fue autor teatral de las obras “X=2” y “De seis a ocho, asesinar a López”.
Vinculado a la ciudad abulense de Las Navas del Marqués y a los Festivales de esta ciudad ducal. Donde representó obras populares. Heredando la afición de la marquesa de Las Navas y duquesa de Medinaceli, doña Ángela Pérez de Barradas y Bernuy.
Juan Chorot Castillo permanece en el recuerdo de la Ciudad Ducal, fue su pregonero, y un pequeño teatro lleva su nombre. No en vano fue promotor y director de la escena teatral y operística.
FUENTE: FACEBOOK CRONISTA