POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
No, no es un juego de números para un titular más o menos atrayente, son dos cifras que por rotundas suenan redondas y muy significativas en dos aspectos muy distintos. Por un lado, una cifra esperada antes o después, la afluencia de visitantes a la exposición CREDO de Las Edades del Hombre. Tiene que haber más cifras redondas que vayan cumpliendo etapas en una línea ascendiente hasta poder ver cumplidas las expectativas que se han planteado. Una cifra redonda y celebrada es la del visitante 50.000 de la exposición CREDO. Una cifra que viene a certificar la afluencia importante a esta cita de la cultura y del arte religioso, una cifra que corrobora por el momento las expectativas previstas, fechas y visitas que se van sucediendo.
Ha sido francamente reconfortante vivir el momento que no por esperado ha dejado de ser igualmente sorpresivo, como lo ha sido para la visitante cincuenta mil y su marido, los sevillanos Rosa Cobos y Pedro Luis Serra, que se mostraron “totalmente sorprendidos” cuando les notificaron la noticia. Fueron agasajados por la Fundación y en su nombre el Secretario General, como también por el Director General de Turismo de la Junta de Castilla y León y fueron obsequiados con el catálogo. Les acompañó en su especial visita la responsable de Las Edades en Arévalo Montse Martín.
Para mi fueron especialmente expresivas las declaraciones de la agraciada que manifestó que “lo que más me ha llamado la atención es la fuerza del mensaje, tanto para el creyente como para el que no lo es…” y preguntada por la obra de arte que más le había gustado, destacó tener especial predilección por el arte contemporáneo y así, los relieves de los santos abulenses de Oteiza, el Adán y Eva de Juan Bordes, o el Profeta de Gargallo… –aún no había visto a “Carmen dormida”−, pero naturalmente, también los Gregorio Fernández.
Por otra parte está la otra cifra redonda, las cuatrocientas columnas con nombre “Desde mi torre mudéjar” de este Cronista, que cada semana han aparecido en estas páginas del Diario de Ávila. Estaban al acecho, a punto de llegar, porque al fin y al cabo, es un asunto con una cadencia temporal que, como el propio tiempo forman parte del mismo engranaje y cadencia. Aunque ambas cifras estaban cantadas de antemano, es una coincidencia casual.
Poco después de nombrarme Cronista Oficial la dirección del Diario de Ávila me propuso esta aventura. Parece que fue ayer mismo, y me aventuré pensando que sería una experiencia de unas cuantas semanas. Pero el tiempo y la cita semanal fue pasando y con ella un montón de temas y cosas de esta mi pequeña ciudad de Arévalo, de las vivencias e inquietudes, lo que yo denomino “pálpitos de mi ciudad”, desde mi punto de vista. En esas líneas, al mismo tiempo, procuro insertar algunos datos históricos de diversos aspectos arevalenses que me justifiquen como Cronista, por eso de mi cita con la divulgación. También gozo la sensación de tener lectores y gentes que me siguen unas veces para estar de acuerdo conmigo y otras para discrepar, cosas del que escribe con firma… ¡y me gusta que me sigan!