POR ADELA TARIFA, CRONISTA OFICIAL DE CARBONEROS (JAÉN)

Gran Maestre del Cocido,
Cofrades, Comendadores,
artistas de los fogones,
amantes del buen yantar.

Este verso va por todos:
los que comen,
los que guisan, y no sisan,
el Cocido con Pelotas,
que no es gula, sí hermandad.

Por ello digamos juntos:
¡Viva éso que llaman Cocido!
Con morcilla y garbancicos,
espinazo, hueso blanco,
pollo, jamón, tocinico,
cordero, papas o berzas,
y chorizo o mondonguillo.

Viva éso que dio aliento
a zagales y abuelicos,
a los pobres y a los ricos.

Eso que tanto irritaba
al médico del Seguro,
por lo del colesterol
¡qué horror!
Aunque luego el buen galeno,
en llegando a su mansión,
allí mismo se zampaba
lo mismo que denunciaba.

¡Vive Dios!

Pero dejemos el cuento
Y vayamos al invento:
si hay un cocido, o dos.
Pues bien, conviene saber
que hay mil clases de cocidos.

Aunque hoy, por abreviar,
en este sencillo ripio
sólo cuente a sus mercedes
tres modelos de tal guiso.

A saber….

En mi pueblo alpujarreño,
Arcadia del buen comer,
paraíso del gorriño,
que es un animal muy fino,
al cocido se le llama
simplemente pucherico,
rico, rico, rico, rico!

Allí se toma caldoso,
entre hierbas y tocino,
y varios trinques de vino.

Eso alivia sabañones,
que crecen a mogollón
en las montañas nevadas,
tumba de Muley Hacén,
solar de la morería,
antes de que los echaran
por renunciar al tocino,
y renegar del buen vino.

Otra cosa bien distinta,
es el cocido del centro,
el que rige en los madriles,
capital de la verbena,
la reina de Lavapiés.

De chulapones y olé!
Es cocido de tres vuelcos,
y con sopa por principio,
que viene fetén al ripio.
Allí se toma a lo seco,
con más garbanzos que papas,
mucha col, y algún chorizo,
sin querer una ofender….

Y así llegamos al nuestro,
que es el rey de los cocidos,
por llevar hasta pelotas,
¡grandes, ricas, que no flotan!

Y ésta es la gracia del guiso,
el que reina en Torrevieja,
salada, guapa y lozana.
Patria de las Habaneras,
puerto de nunca acabar,
como cuenta Paco Sala,
cofrade y cronista al par.

Por eso una servidora,
le dice a su Gran Maestre,
quien rige aqueste navío,
a sus amigos Cofrades,
y a los Comendadores,
y no por ponerles flores,
ni por rendirles honores,
que son emblema visible
de buena gastronomía,
al hacer tal homenaje
al Cocido con Pelotas,
¡el mejor de los cocidos!

¡Grandes, ricas, que no flotan!

Ya con esto me despido,
que el verso más que una Oda
parece ripio propicio,
para pasar otra hora,
glosando tan rico guiso.

¡El cocido con Pelotas!
¡Grandes, ricas, que no flotan ¡
Y así concluye esta Oda,
que, como dije al principio,
¡Va por ustedes amigos!

Ya con ansia les espero,
en la vieja Eddete mora,
hoy Úbeda, bella y cristiana,
de rica gastronomía,
aunque no por el cocido.

Pero si por otros guisos,
Como andrajos, y morcilla
de cardera, buena, buena¡¡
Y adiós,¡que no les olvido!

Fuente: Revista EL COCIDO DE MI PUEBLO, nº 1. Torrevieja, julio de 2016