POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
Editada una revista de la Coronación
El Magistral de la S.I. Catedral y Presidente de la Junta Comarcal D. Antonio Ferreiro, escribe el Preámbulo. Sobre la gestación del acto escribió “La idea no es nuestra. Fue de nuestros mayores. Antes de madurar, cayó al suelo entre las astillas de la misma bendita Imagen. Pero la tierra estaba en buen tempero para la siembra cristiana; porosa, esponjada de la sangre de los mártires. Y renació lozana, la flor de la coronación. Nosotros no tuvimos sino que cortarla”.
Agradece a todos los hijos de Villanueva que dieron su apoyo, su trabajo, alhajas, su dinero. Al resto de los pueblos de las Villas. A las altas jerarquías del Estado, Ejército e Iglesia que aceptaron la invitación para estar aquí. De manera especial a los Excelentísimos Sres. Marqueses de Villaverde por aceptar la designación de ser padrinos de la ceremonia. También al Sr. Obispo D. Félix Romero Menjíbar, verdadero autor de la Coronación por acoger el deseo y trasladarlo a la Santa Sede.
Agradece el trabajo de las diversas comisiones y finaliza, “Herederos de una tradición y una ejecutoria, aprestemosnos a vivir el momento histórico que ha cuajado siglos de veneración a la Virgen de la Fuensanta”.
Tras el preámbulo, dos páginas con fotos de el Generalísimo Franco, el Papa Pio XII y el Obispo de Jaén D. Félix Romero Menjibar.
- Antonio Ferreiro López, escribe sobre el Documento Histórico, en donde solicitan al Sumo Pontífice la coronación, el 8 de septiembre de 1954. Se reproduce una copia del Breve Pontificio de la Coronación, dado en Roma el 23 de junio de 1955.
El Cronista Oficial de Villanueva del Arzobispo, D. Justo Herguedas Gallego, realiza una descripción de la Corona de la Virgen.
- Amadeo Amenós Busquet, Secretario del Excmo. Ayuntamiento, escribe el artículo “El marco de la Coronación”, en donde sitúa el lugar de Villanueva del Arzobispo, destaca la Mancomunidad de las Villas. La influencia de Alfonso X El Sabio, la devoción a la Virgen…” Decía Ruskin, que el amor y el contacto con la naturaleza nos haces ser más amantes de nuestra Patria, y de otro autor es la afirmación de que los hombre de las montañas tienen una grandeza de espíritu superior a los habitantes del valle o de la llanura. Admitamos estas franciscanas afirmaciones, en honor a quienes cada año en peregrinación difícil por caminos poco practicables acuden al Santuario”.
Dos poemas ocupan las páginas centrales, el primero de Nieves López Pastor, seleccionamos la primera estrofa, del poema Fuente Santa: “Reina de Cielos y Tierra, /Madre de Tierra y de Cielo,/ haz que viva nuestro anhelo/con nuestra maldad en guerra/A quien por amor le canta/mantenga la Fe sin velo,/ manando tu Fuentesanta./ Danos la Prudencia, Justicia y Templanza/ con la Fortaleza, que todo lo alcanza”/.
La segunda composición poética es de Jacinto Herreros Uceda, “Tríptico a la Virgen de la Fuensanta”, del que copio el soneto de la parte final, III “Cuando aparezca tu sin par figura/de Virgen andaluza en la mañana,/para adorarte como la soberana/el sol se bajará desde la altura./ Las flores te darán su esencia pura,/ y en la torre, volteando, la campana,/sabrá decirte en su canción lejana/ un piropo rendido a su hermosura./ Y pasarás sobre tu trono, airosa,/borrando de las almas las pasiones/ y dejando la estela luminosa/ de tus sonrisas en los corazones./ Serás, Virgen, la joya más preciosa/ que forjaron jamás mis ilusiones.
“La Virgen de la Fuensanta e Iznatoraf”, es el título del texto de D. Manuel González Merino: En un texto cargado de emoción recuerda la atención que prestó el Santo Rey Fernando a Iznatoraf. “Por ésto nosotros acudimos los primeros a rendir homenaje de amor filial a la Madre de Misericordia, sin consentir que nadie ocupe nuestro puesto en la avanzadilla de la fe, porque somos indiscutiblemente los primeros, no solamente en la concepción histórica y tradicional, sino que como creyentes prácticos inflamados de entusiasmo y amor Mariano, tenemos conquistada la primera atalaya en la defensa de nuestra Madre.
No en vano sufrieron el martirio por su fe cristiana nuestros antepasados en esta Villa, cuyo suelo ecundaron con su sangre y que fructificó en infinidad de conversiones y fortalecimiento de nuestra fe incontrastable, por lo que si ayer fuimos Guarda y Amparo de un Adelantado, hoy hemos de seguir siendo no amparo ni guarda, ya que los que necesitamos de ellos somos nosotros”.
“La Virgen de la Fuensanta y Villacarrillo”, así titula su texto D. Manuel de Benavides y G. de Zúñiga.
El recorrido de los romeros de Villacarrillo, desde los más lejanos cortijos de la Sierra de las Villas, preparan su viaje, en burro, el día 28 de septiembre, con la comida y “cobijas” para la fresca noche, sin olvidar la botella que llenarán de la Fuente Santa.
“Los caminos del campo y de la Ciudad de Villacarrillo se pueblan con todos los matices de que es capaz el corazón del hombre. Va por ellos toda la escala sangrienta de las amarguras, tristezas y de los dolores humanos; van las doradas ilusiones de la juventud, y los desengaños que las marchitan; van los duros renunciamientos, las heridas vivas de las injusticias, las carnes dominadas por las pasiones, las almas ennegrecidas por el pecado, ansiosas de redención; van los cánceres de la carne y del espíritu llagados por la enfermedad o por la malicia…todas las miserias del hombre como por un nuevo caminos de Jerusalén a Jericó, ansiosos de encontrar en la Virgen un nuevo samaritano, capaz de curar todas sus heridas”.
- Rafael Vañó Crespo, escribe: “La Virgen de la Fuensanta y Villanueva del Arzobispo”
Hace una introducción, sobre San Isicio Obispo de Cazorla y la piadosa tradición de la Virgen de la Fuensanta y la de Tíscar.
Fundamenta el emplazamiento de este pueblo en el amor y agradecimiento a la Santísima Virgen de algún vecino de Iznatoraf, deseoso de estar más cerca de Ella y poder visitarla con frecuencia.
“Es lógico que para los hijos de este pueblo, sea Ella guía y faro en su vida tanto material o física como espiritual. Es norma de los nacidos en Villanueva en todos los actos transcendentales de su vida, invocar el amparo de nuestra Virgen: los desposados ruegan su bendición en el nuevo estado, los hijos son ofrecidos a Ella en su nacimiento, Primera Comunión; los que van a cumplir sus deberes para con la Patria, celebran una fiesta en su honor y solicitan su protección; los que por razones especiales abandonan Villanueva, la invocan y piden su ayuda para que se cumplan sus deseos. En fin, que ni un solo hijo de este pueblo, ni en sus penas ni alegría, olvida el típico ¡MADRE MÍA DE LA FUENSANTA! que encierra todo cuanto humanamente se puede decir”.
“La Virgen de la Fuensanta y sus hijos ausentes”, texto de Fr. José Tornero O.P.
“Una cita de ensueños y luces, tenemos todos los hijos ausentes de Villanueva, con nuestra singular Patrona y bendita Protectora la Virgen de la Fuensanta. Por mares y cielos viajamos al amparo de las manos milagrosas y recorremos, países, regiones y continentes, con una confianza sin límites en la clara virtud de su bondad y en la dulce visión de sus ojos refulgentes. Los amantes se citan en las estrellas. Los hijos ausentes de Villanueva, en el claror de los ojos de la Virgen de la Fuensanta. Desde lejos sabemos mirar hacia su Santuario blanco y en espíritu venimos a arrodillarnos ante su imagen, para rezar las salves, que nuestras madres nos enseñaron y consolar nuestro corazón con la paz que irradia su maternal figura.
Durante veinticuatro años he padecido de ausencia. Soñaba con el ideal santo del apostolado sacerdotal y me acogió Venezuela con su hospitalidad generosa y cristiana. Allí encontré otros hijos ausentes de este pueblo. Todos me hablaban de la Virgen de la Fuensanta y se deleitaba el corazón al ver desde tan lejos el vivo recuerdo de la Patrona bella, que fulgía como lucero de primera magnitud en la noche lejana de la ausencia triste.
Es el tiempo de la Coronación Canónica, será una fiesta de luz y un signo de fe. Irá derecha al cielo. Desde la Plaza de Villanueva, desde las calles recoletas de Iznatoraf, desde los rincones clásicos de Villacarrillo, y desde los torreones austeros de Sorihuela, ha de elevarse un clamor de bendiciones, de vivas y de santas emociones cristianas”.
“La Virgen de la Fuensanta y Sorihuela del Guadalimar”, escribe “Un devoto de la Virgen”.
“Todos los años, el día 29 de septiembre, son numerosísimos los hijos de este pueblo que se trasladan al Santuario para pedir o agradecer a la Virgen algún favor. En este año de la Coronación, Sorihuela entrega su amor, cariño, devoción y oraciones a la Virgen de la Fuensanta, y llena de entusiasmo de fe mariana, ansía contribuir con su presencia al mayor esplendor de tan fausto día para fundirse en un apretado abrazo a los otros pueblos de las Cuatro Villas y gritar. ¡VIVA NUESTRA MADRE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA!
Finaliza la revista con todas las personalidades invitadas al acto y las distintas comisiones de trabajo.
FUENTE: CRONISTA