«LA CARTA PUEBLA SEÑALA QUE EL MERCADO DEBÍA CELEBRARSE CADA SÁBADO EN LA PUEBLA DE NAVA, PERO EN EL SIGLO XVIII YA SE CELEBRABA EN LA PLAZUELA DE SAN BARTOLOMÉ», ASEGURA EL CRONISTA DE NAVA, LEOCADIO REDONDO
Hace 750 años, el 22 de junio de 1270 el rey de Castilla, Alfonso X, concedía la carta puebla a los habitantes de Castiello de Sales, creando así el Concejo Realengo de Pola de Nava, hoy conocido como Pola de Nava. Una ubicación que, curiosamente no coincide con la localización actual de la capital de concejo. El desarrollo del pueblo, en su emplazamiento original, se vio frenado por la influencia religiosa ya que a escasos kilómetros se encontraba la Plazuela de San Bartolomé, constituida en torno al convento del mismo santo y sobre el que el hoy se edifica del Ayuntamiento de Nava. Este hecho, convierte a la Puebla de Nava en la única que, habiendo sido fundada en 1270, aún sigue siendo una aldea.
Para conmemorar el aniversario, la Asociación Amigos del Círculo de Nava organizará a partir de la semana que viene una exposición, en cuatro puntos de la capital, en la que pretenden que los visitantes y vecinos contemplen la historia del municipio de una manera «muy visual». «A través de pequeños fragmentos de la carta puebla y de los mapas de época, queremos demostrar cómo de importantes eran los núcleos poblacionales del concejo. Fue la luz que sacó a Nava de la oscuridad medieval», comenta Carmen Montes, integrante del Círculo de Amigos de Nava. Por su parte, el Consistorio naveto tiene pensada una mención especial para el pleno del próximo 29 de junio.
El Concejo Realengo fue un intento de crear una zona donde sus habitantes dependiesen, exclusivamente, del rey y no de la nobleza local. Su intención, además, era crear un poblamiento más urbano y moderno que tuviese la capacidad de desarrollar el comercio y reactivar una economía ruralizada. Esta iniciativa falló. Los documentos históricos indican que la ubicación del convento fue determinante para el desarrollo de Nava. «La carta puebla señala que el mercado debía celebrarse cada sábado en la Puebla de Nava, pero en el siglo XVIII ya se celebraba en la Plazuela de San Bartolomé», asegura el cronista de Nava, Leocadio Redondo. Además, prosigue «el motivo religioso fue importante, pero la mejor situación de la plazuela en el valle y su proximidad a las principales vías de comunicación debieron ser otros de los motivos».
El documento original compulsado por Alfonso X se perdió y, tan solo, sobrevive una copia encargada por el Conde de Campomanes en el año 1800. Como en el resto de cartas pueblas que se emitieron en territorio asturiano ese mismo año, se recogía la obligación de los súbditos de realizar pagos anuales, en concepto de impuestos y fijaba el derecho del monarca de reclutarles para apoyarle en fines bélicos.
Fuente: https://www.elcomercio.es/ – JUAN VEGA