POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Hace unas semanas he vuelto a la investigación de documentos y libros antiguos, necesaria para unos proyectos que tengo iniciados como Cronista.
Ya tenía yo muchas ganas de acercarme al Archivo Histórico Provincial de Ávila y contactar con esa importantísima fuente de documentos y datos, de la capital y de la provincia. Aunque estuve hace años con mi amiga Maruqui Ruiz-Ayúcar viendo la riqueza en protocolos, que son una fuente inagotable de datos históricos y artísticos. Aquello fue como una toma de contacto luego interrumpida, no recordaba casi nada. Luego entré en otros archivos y otros temas y trabajos de historia, me faltan días… y esta visita se iba alargando en demasía.
Pero llegó ya el día tan esperado porque, aunque coincidíamos en actos culturales, no había tenido ocasión de conocer personalmente a Carmen, la director del archivo. Varios amigos se me brindaron a esa presentación, pero el caso es que de nuevo por circunstancias lo íbamos retrasando. Pues pensé que éste era el momento de la autopresentación.
Uno de esos días pasados de tantas lluvias y nieves, me llegué a Ávila, a ese magnífico edificio bajo la espadaña del Carmen. Aquel fue un encuentro muy agradable, ella me conocía bastante mejor como Cronista y como colaborador de este Diario… la comenté los próximos planes que tengo comenzados, de temas históricos arevalenses y entre ellos, una conferencia en el aula arevalense de la Universidad de la Experiencia, con un tema precioso: “Alonso Díaz de Montalvo. De los Fueros al Ordenamiento de Leyes de Montalvo”, para mis queridos amigos, yo disfruto tanto como ellos esas actividades culturales de formación, ocio y cultura. Cada curso nos reencontramos con algún tema arevalense que encaja en los planes generales, aunque nos veamos casi a diario.
Pronto expuse la razón primera, por urgencia, de mi visita que ha sido el inicio de otra época en mi quehacer como Cronista. Ver los Fueros de Arévalo, unos excepcionales y preciosos documentos históricos del s. XIII, y otras confirmaciones posteriores. Ya había visto reproducciones en diversas ocasiones, he usado unas reproducciones en muchos relatos de nuestra historia y cada vez más me despertaban un deseo de verlos y conocerlos.
Son depósitos relativamente recientes en el archivo. Se han recobrado para el estudio de uno de los temas más atractivos de la historia de nuestra ciudad, por la belleza de los documentos y por la importancia de su contenido sobre la Comunidad de Villa y Tierra de Arévalo.
Y así fue cómo Reyes me puso en una pantalla fotográficas digitales de ellos. No vi los originales porque están en restauración. Aún así, me parecieron fascinantes, una pasada… Uno es de Alfonso X el Sabio de 1256, y el otro es de Sancho IV de 1287, aunque hay más de esa índole, sin contar los protocolos notariales que son una gran fuente de información. Algún día volveré…
Acabo de finalizar la presentación de imágenes, de incluir alguna de más calidad. Ya me estoy imaginando el compartir esta experiencia, les contaré esta larga aventura, al final todo llega si se pretende. Algunos de “mis alumnos” podrán leer esta primicia de la clase próxima, esta misma tarde, y espero poder contagiarles de esa visión mágica de la historia.
FUENTE. RICARDO GUERRA SANCHO