SE TRATA UN CÁLIZ CUSTODIADO DESDE EL SIGLO XI EN LA BASÍLICA DE SAN ISIDORO DE LEÓN QUE HA SIDO OBJETO DE UN RECIENTE ESTUDIO POR PARTE DE LOS HISTORIADORES MARGARITA TORRES, CRONISTA OFICIAL DE LEÓN, Y JOSÉ MIGUEL ORTEGA DEL RÍO

Al Santo Cáliz de Valencia le ha salido un nuevo competidor. Se trata un cáliz custodiado desde el siglo XI en la basílica de San Isidoro de León que ha sido objeto de un reciente estudio por parte de los historiadores Margarita Torres, cronista oficial de León, y José Miguel Ortega del Río, que aseguran que dicha copa es el auténtico santo grial.

Los investigadores presentaron ayer el libro «Los reyes del Grial», que recoge una investigación científica desarrollada durante tres años que demostraría «sin lugar a dudas» que el Santo Grial, «la copa que la comunidad cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba que era el cáliz de Cristo, se encuentra ubicada en la Basílica de San Isidoro de León».

Así lo explicó ayer la coautora de la obra e historiadora medievalista Margarita Torres que detalló que este hallazgo está confirmado mediante el descubrimiento de dos pergaminos originales egipcios fechados en el año 1054, que recogen que el cáliz fue enviado al rey de León Fernando el Grande, tras haber sido saqueado de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde había permanecido desde el siglo IV.

Estos documentos prueban «sin ninguna duda» que el cáliz fue entregado en señal de agradecimiento después de que el monarca leonés enviara un gran cargamento de víveres a Egipto, en un «año de gran hambruna». La investigación demuestra, por lo tanto, que el que cáliz que era considerado el Santo Grial por la comunidad cristiana del siglo XI se encuentra en León.

Antes de ese momento, hasta el año 400 después de Cristo, se desconoce qué pasó con la copa, agregó el otro autor de la obra José Miguel Ortega del Río, que ha explicado que «se carece documentación relativa a ese periodo», si bien resaltó la importancia de este hallazgo porque «ninguno de los otros presuntos santos griales tienen una base tan sólida sobre la que apoyarse».

Una aseveración que discute el cabildo de la Catedral de Valencia, donde se custodia desde el siglo XV el Santo Cáliz. Las fuentes del Arzobispado consultadas por este diario aseguraron que saben desde hace años de la existencia del cáliz de León. «Es un vaso de piedra. Una pieza de tipo bizantino o romano con camafeos muy comunes en esa época». Sin embargo, apuntaron que este cáliz carecería, a falta de conocer los detalles de la investigación, del crédito del de Valencia, avalado en un congreso internacional donde se concluyó que «de conservarse el Santo Cáliz, sería el de Valencia».

El cáliz valenciano fue traído a Valencia por el rey Alfonso el Magnánimo tras permanecer durante siglos en San Juan de la Peña, adonde llegó desde Roma en el siglo III. Según el Arzobispado, «la nuestra es una pieza perfectamente identificada, que está acreditada por una tradición oral constatada y por unos análisis científicos y morfológicos que la han situado en el siglo anterior a Cristo».

En relación a los pergaminos egipcios de 1054 que avalarían la reliquia de León, el cabildo de Valencia destaca que «en el siglo XI, en plena época de cruzadas, había un trasiego enorme de reliquias, falsas o auténticas».

El Ayuntamiento de Valencia ha impulsado la declaración del cáliz de Valencia como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Otra de las evidencias que apoyan la tesis de estos dos historiadores es que, según recogen los pergaminos egipcios, durante el traslado de la reliquia a León una de las esquirlas del cáliz se saltó. Esa misma esquirla le falta al cáliz de San Isidoro de León.

Fuente: http://www.levante-emv.com/ – Hortensia García/ E. P.