POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
VILLA MARÍA
Construida en 1909 por D. Ramón del Valle Blanco, el cual había nacido en Arriondas como hijo de D. Ramón Inocencio del Valle Marina y de Dña. Amalia Blanco Valdés y que, a la vez, era hermano de Acisclo, Modesto, Anastasio, Pepita, Aquilina, Carmen, Cecilia y Amalia del Valle. Emigró con sus hermanos varones a Cuba, donde hizo fortuna. A su regreso a la villa que le vio nacer construyó esta casona de nombre Villa María. Fue director y editor del semanario “El Sella” y cedió algunos terrenos al ayuntamiento para mejoras del vecindario.
Posteriormente, el edificio fue comprado y ampliado -dándole un nuevo piso en altura- por don José María García Miyar, emigrante en Guatemala y hermano de don Faustino y don Manuel, los emigrantes a Cuba que levantaron «La Casona». Su esposa fue doña Elisa Díaz González, quien donó en 1940 la actual imagen de Santa Rita de la iglesia parroquial de Arriondas, que adquirió en Madrid.
El actual edificio difiere notablemente del original, y presenta simetría en las calles de vanos de todas sus fachadas. Los marcados dinteles ornamentales -a modo de arcos conopiales, por sus escotaduras o vértices en la clave- de los dos vanos laterales de la planta baja, son vistosos y originales, presentando una estilizada columnilla que apoya en sus antepechos y que hace bíforos estos dos ventanales. Este tipo de dinteles ornamentales se repiten en todos los vanos del piso bajo y en los centrales del piso primero.
El edificio aparece enlucido y pintado en blanco, excepto todos los dinteles, algunos antepechos y los dentados esquinales (que imitan sillar) que lo hacen en amarillo.
Todo el edificio cubre a cuatro aguas con teja curva.
CASA LABRA
Construida en los inicios del siglo XX por D. Francisco y D. José García Labra, emigrantes que en Argentina hicieron fortuna con las plantaciones de tabaco.
En su fachada principal destaca un balcón central adintelado y volado, cerrado con antepecho de forja; mientras, a la izquierda de éste (según se observa desde la calle Argüelles) presenta un mirador sobre voladizo en madera y cristal. Otros dos balcones gemelos y adintelados se sitúan en el lado derecho de la fachada. Dos grandes ventanas en arco carpanel aparecen en la planta baja, a ambos lados de la puerta de entrada. En su cara norte tiene un cuerpo central ligeramente más alto que los laterales, con tres huecos desiguales, y balcones y ventanas de similar factura a las de la cara oeste. El zócalo de ambas caras es de sillar bien trabajado y muy compacto, con cinco huecos apaisados de arcos carpanel, que aportan luz al sótano del edificio.
En su cara posterior dos grandes galerías completan toda su fachada, con otra buhardilla central en su parte superior. Una buhardilla central en madera destaca en su cara sur, con seis vanos adintelados en el citado lienzo.
Las molduras geométricas que presentan sus diferentes fachadas y su contraste de color hacen del edificio un ejemplo de buen gusto.
Enlucido y pintado en color rojo oscuro -con múltiples detalles en color crema- presenta muy buena conservación, estando dedicado el edificio -desde hace algunos años- a exposición y venta de muebles y de otros complementos de la parraguesa Casa Iroko.