POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
La derivación Salia>Saelia>Sella es actualmente la más aceptada y ya quedó fijada desde los estudios hechos por el arqueólogo, historiador y filólogo alemán Adolf Schulten (1870-1960) tanto en su publicación “Hispania” como en la que lleva por título “Los Cántabros y Astures”.
Centro de atracción por tantas circunstancias como son el paisaje en el que se enmarca, riqueza piscícola, proximidad a los Picos de Europa, práctica de deportes fluviales, etc.
Lo cierto es que muchas veces los pueblos ribereños daban o recibían el nombre de sus ríos, de donde se cree que los Saelenos serían nuestros ancestros muchos siglos atrás. Cuenta el siempre detallista y minucioso Jovellanos en el tomo I de sus famosos “Diarios” que el Sella nace en el puerto de Ventaniella y recoge las aguas del concejo de Sajambre desde Argolivio.
Pascual Madoz en su monumental Diccionario Geográfico de España (1849) dice que El Sella se forma con la confluencia de los ríos Ponga, Güeña y Piloña, que toma su propio nombre a partir de Arriondas y que su nacimiento está en el puerto asturiano de Ponga.
Menéndez Pidal afirmaba rotundamente que el Sella nunca fue el Salia y que la reducción Salia-Sella es un imposible fonético. Él exponía que la frontera que separaba a cántabros y astures era el actual río Saja.
El muy socorrido, citado y consultado Catastro del Marqués de la Ensenada (1752) le denomina río Precendi, antes de fundirse en el Ponga.
Hasta hace 150 años al río Sella se le llamaba Precendi, y Sella al que hoy llamamos Ponga. De forma que hay muchas suposiciones acumuladas a través de los siglos y, así, en un documento del año 1005 se cita al riachuelo Selia discurriendo por el sitio llamado Saliamen (hoy Sajambre), a su vez en tierras de Riangulo (hoy Riaño). Salia es un término indoeuropeo cuyo significado es “corriente de agua”.
Es cierto que en el Cartulario de la antigua Abadía de Santillana del Mar aparece varias veces la expresión “in flumine Salia”, que a finales del siglo XI se transforma en Saya y se hace Saja después.
En muchos nombres de ríos con frecuencia se esconde la palabra “agua”. El Güeña, afluente del Sella, se llamaba Onna (cuya traducción sería “fuente”), y el Dobra -en otro tiempo Dubron- se traduciría por “agua”. Digamos por último que el significado neto de “arroyo” le corresponde a Bedón.
Señala Adriano García Lomasque el río que iba a desembocar en el Cantábrico, cruzando por los Selenos por habitar junta al Sella, era un río que -por consiguiente- atravesaba Vadinia, el actual territorio ocupado por Cangas de Onís y Parres, añadiendo que no eran pocas las veces que los copistas cometían errores en su trabajo, corrompiendo palabras, frases y hasta el sentido total de un texto.
En una conferencia impartida por don Celso Diego Somoano -cronista oficial de Cangas de Onís hasta su fallecimiento en 2012- ya afirmaba que, en tiempos de Roma, hubo en esta zona al menos dos vías de penetración y otras tantas de expansión.
Los romanos estudiaban muy bien los lugares por los que proyectaban sus viales de comunicación y pensaron en Ventaniella como el lugar ideal para su penetración en esta zona, siendo lo más lógico que esa idea se consolidase cuando se proyectó la moderna carretera para unir Asturias y León…pero intereses particulares la desviaron por Oseja, puesto que -hace menos de dos siglos- los hermanos Díaz Caneja -que habían nacido en Oseja de Sajambre- querían que la carretera pasase por su pueblo natal y, teniendo presente que Ignacio (1769-1856) era el Obispo de Oviedo y su hermano Joaquín (1777-1851) ostentaba nada menos que el cargo de Ministro de Gracia y Justicia, la carretera se trazó por el dificultoso Pontón y no por Ventaniella que era el camino más lógico a Castilla antes de que la senda del Arcediano se hiciese realidad, posiblemente siguiendo la ruta romana. Por cierto que recibió el nombre de don Pedro Díez de Oseja, arcediano de Villaviciosa, juez que ejercía una jurisdicción delegada por el obispo y que se preocupó por la conservación de esta vía de comunicación. Esta indubitable afirmación -como tantas otras- es una aportación del estudioso sobre estas cuestiones José B. Arduengo Caso, ya publicada en 1984 en el número 112 del Boletín del Real Instituto de Estudios Asturianos.
Oseja de Sajambre, Ponga, Amieva, Cangas de Onís, Parres y Ribadesella, como principales concejos ribereños del Padre Sella, se asoman a los cerca de 60 kilómetros de su inagotable y enriquecedor discurrir.