POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
La casa número 36 de la calle Fray Alonso del Manzanete, muestra, en su fachada, al visitante este escudo heráldico, profusamente decorado desde su barroquismo, que perteneció al montijano don Pedro Ramas Gragera, que casó en esta villa con doña María Ximénez Durán o Gordillo. Su única nieta Juana Agapita, contrajo matrimonio en Montijo con Álvaro Bérriz Mendoza, que vivieron en su casa solariega que estaba ubicada en la plaza de España, predio que ocupaba las casas salientes que iban desde la esquina de la actual calle Castelar (que subía hacia la iglesia por la hoy Avda. Emperatriz Eugenia) a la de Eugenio Hermoso, antigua calle de la Cárcel por estar en ella el depósito carcelario hasta que éste fue traslado al Ayuntamiento.
El de La Roca de la Sierra, al igual que los de Montijo en las calles López de Ayala y Mérida, es un escudo partido, presentando en el primer cuartel un castillo sumado en una bandera y en abismo dos calderas con fuego debajo, orlado y de estrellas y el segundo es cortado, en el de arriba dos ramos enlazados (Ramos) y el de abajo ajedrezado, bordura con ocho conchas de Santiago.
La familia Ramas era descendiente de los nobles Sánchez-Jara. Esta estirpe comienza en Montijo con el matrimonio Mateo Sánchez-Jara, hijo de Pedro, con Leonor González Gragera. Después de generaciones, otro Mateo Jara se une a Francisca Ramas (de apellido Ramos, pero que los párrocos por costumbre inveterada, lo hacía femenino en las partidas sacramentales). Su hijo Bartolomé Sánchez de las Ramas, entroncó con Juana Gragera, hija de Pedro y de Juana Lavado. Sus numerosos descendientes siguieron con el apellido Ramas, usando el escudo correspondiente a Ramos y enlaces. Los Ramas se unieron, entre otros, a los linajes de Bérriz, Gragera, Cid de Rivera, Reynoso, Codes y Casillas.