POR JOSÉ ANTONIO FIDALFO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Es costumbre -mala costumbre – leer el periódico por la tarde a no ser que alguien, conocedor de mis aficiones y amistades, me informe puntualmente de un suceso en su momento preciso.
No fue el caso de hoy.
Mi sorpresa y mi pena son grandes al conocer -noticia de La Nueva España- el fallecimiento, a los 94 años de edad, de un buen amigo al que admiré desde mi juventud y con el que compartí ilusiones, proyectos, aventuras de historia colunguesa.
Estoy hablando del profesor Dr. D. VICENTE JOSÉ GONZÁLEZ GARCÍA, doctor en Historia, arqueólogo, escritor, historiador y profesor titular de Historia y Arqueología Asturiana de la Escuela Universitaria de Magisterio en Oviedo.
Don Vicente, nacido en Boo de Aller en 1925, inició su formación en el Seminario de Oviedo y, ya sacerdote, fue durante la década de 1950-1960, párroco de LIBARDÓN (Colunga), localidad donde desarrolló una intensa labor pastoral y cultural.
De Libardón pasó a la Catedral de Oviedo como Archivero Diocesano. Después, ya secularizado, dedicó su vida a la familia (esposa e hija), a la investigación y a la docencia.
Pueden creerme: fue don Vicente un ejemplo de trabajo, de humildad, de entrega a la investigación y a la fidelidad hacia unas creencias cristianas, luz y meta de su vida.
De su buen hacer como escritor-investigador salieron obras tales como «El Oviedo Antiguo y Medieval» (su tesis doctoral), «La Iglesia de San Miguel de Lillo.Bernardo del Carpio y la batalla de Roncesvalles», «Palacios, Torres y Castillos», «Oviedo» (Guía turística), además de un buen número de artículos científicos publicados en RIDEA y revistas de historia.
Fue uno de los grandes impulsores del Camino de Santiago en su «vía norteña».
Con una gran vinculación afectiva con Quirós, este municipio le distinguió con el título de HIJO ADOPTIVO.
Colunga, en estos meses últimos, ha perdido a grandes personalidades de la intelectualidad y de la cultura. Unos, realmente colungueses de cuna, como José Antonio Olivar; otros, colungueses de adopción como fueron Ángeles Villarta y ahora Vicente José González.
Todos dejaron su huella de colunguesismo en sus trabajos, en sus publicaciones, en su ejemplo de vida.
¿No es ya momento para que «quien corresponda» rinda homenaje -aunque sea un humilde homenaje en la Casa de la Cultura- a quienes izaron bien alto la bandera cultural de nuestro Concejo?