Fue una década de cambios, con sus claroscuros. En los años 70 del siglo XX, llegó el Trasvase para dar un impulso a la economía de la Región, pero también imperó un urbanismo desordenado en la costa, cuyas consecuencias todavía hoy resultan visibles. Cuatro décadas después, el profesor de la UNED y cronista de Cartagena Francisco José Franco Fernández (Murcia, 1965) echa la vista atrás para repasar los hitos y personalidades que protagonizaron aquellos años en una conferencia que organiza la Real Academia de Alfonso X el Sabio dentro de su programación divulgativa. La cita es este viernes, a las 19.30 horas, en la sede de dicha institución (plaza Preciosa).
-Si tuviera que elegir una palabra para definir los años 70 en la Región, ¿cuál sería y por qué?
-La modernización social, económica y política que experimentó la Región en esos años.
-¿Qué es lo que más le fascina de esa década?
-Sobre todo, la ilusión colectiva, a pesar de la crisis; también la estética y, algo más personal, por ser el tiempo de mi primera juventud.
-¿Qué hecho histórico sería el más transcendental para la Región?
-Sin duda, la puesta en marcha del Trasvase, que culminaba la reivindicación y el sufrimiento de muchas generaciones. El acueducto trajo al campo un nuevo estilo de vida.
-Sin duda, fue una época de una profunda transformación que no solo abarcó la economía y la política, pero ¿había un ansia de cambio en la sociedad o los ciudadanos estaban adormilados o temerosos?
-Los ciudadanos querían un cambio tranquilo y había un respeto por la forma de pensar y de vivir de los demás. Fuimos modernos y tolerantes.
-Da la impresión de que el desarrollismo entró como un torbellino, cometiendo algunos disparates cuyas consecuencias aún resultan visibles, por ejemplo, en el urbanismo. ¿Se podrían haber hecho las cosas de otra manera?
-Hubo un gran impulso económico porque el dinero empezó a fluir desde el mundo rural hacia la construcción. Y todo se hizo sin una tradición constructiva en la costa y sin que las administraciones tuviesen un plan ni unos medios.
-¿La transformación que vivió la Región fue parecida a la de otras provincias o hubo singularidades?
-Alicante tuvo más fuerza gracias al aeropuerto y a las nuevas comunicaciones. Sin embargo, Almería quedó atrasada. La peculiaridad de lo nuestro fue el ‘boom’ de La Manga, en torno a la figura de Tomás Maestre, abogado y empresario con amplios contactos en el Gobierno y el ‘star-system’. Trajo para promocionar la zona a gente de Holllywood, como Esther Williams y Lorenzo Lamas.
-¿Fueron los 70 unos años de una modernidad mal entendida? ¿Accedimos a esos nuevos tiempos de una manera desorganizada, arrollando, por ejemplo, nuestros recursos naturales?
-Hubo demasiada especulación y grandes escándalos financieros y constructivos, como la urbanización Euronova. Y se construyeron puertos deportivos que afectaron a equilibrios delicados.
-¿Se atreve a dar algunos nombres de personalidades que contribuyeron a esa transformación?
–Antonio Pérez Crespo, fundador de la UCD y primer presidente del ente preautonómico; Clemente García, alcalde de Murcia y que destacó porque siempre estuvo abierto al diálogo; el primer edil de Cartagena Enrique Escudero de Castro y los dirigentes del Partido Comunista Pedro Marset y Elvira Ramos. También Andrés Hernández Ros, firme luchador antifranquista; y el gobernador civil Federico Gallo, que mantuvo los primeros contactos con la oposición al régimen. Los obispos Roca y Azagra se convirtieron en el rostro de la nueva Iglesia. Y en el mundo del arte y la literatura, Carmen Conde, Castillo Puche y los pintores Alonso Luzzy, Muñoz Barberán y Párraga; sin olvidarnos de artistas como José María Galiana, Mari Trini, Bábara Rey y Charo Baeza.
-Cuatro décadas después, ¿deberíamos volver la vista atrás para recuperar algo de aquella época?
-Tendríamos que recuperar la cordura ya, el patriotismo, la convivencia, la aceptación de las ideas ajenas y el rechazo al extremismo.
Fuente: https://www.laverdad.es/ – MIGUEL RUBIO