POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El verano se aleja, pero se resiente. Los días son más lentos, más cortos, transcurren más despacio, como queriendo retrasar la delicadeza de esta luz que ha madurado los maizales, ennegrecido los girasoles y se ha llevado el rojo de los tomatales de nuestras vegas. Mientras, los racimos de uva violácea siguen llenando los esportones y las moscas pesadas hacen su septiembre.