POR ISABEL VILLASEÑOR RODRÍGUEZ LA CRONISTA OFICIAL DE QUINTANAR DE LA ORDEN (TOLEDO)
2018 será un año que todos los quintanareños recordaremos por haberse celebrado en su transcurso el 700 aniversario de un documento que iba a ser muy significativo para nuestra historia: la carta que el rey Alfonso XI firma (aunque no literalmente, por sus pocos años) el 7 de noviembre de 1318, otorgando a los habitantes de este pueblo y a todos los que quisieran venir a vivir a él una serie de privilegios con el fin de repoblarlo y en agradecimiento de los servicios prestados por la Orden de Santiago y su Maestre García Fernández. No es que Quintanar de la Orden se fundara entonces, porque ya existía, pero este hecho significó todo un aldabonazo para su desarrollo posterior.
Tanto el Ayuntamiento como diversas asociaciones culturales de Quintanar se volcaron en celebrar este aniversario, sucediéndose un sinfín de actos y gestos de gran interés. A continuación, paso a relatar brevemente aquellos en los que, de una u otra manera, he estado implicada como Cronista Oficial de esta villa.
El primero que deseo destacar es el referido a la difusión de la carta. En el mes de diciembre de 2017 la Archivera municipal Sagrario Téllez Labrador y yo misma visitamos el Archivo Histórico Nacional, no solo para verla sino, también, para solicitar los permisos oportunos para su difusión, de forma que los quintanareños pudieran conocer su aspecto. Gracias a esos permisos se ha podido utilizar en folletos, carteles, libros y páginas web.
Por otra parte, la Escuela Municipal de Pintura, con su profesor Franz Campoy al frente, se ha encargado de adornar algunas zonas del pueblo con murales alusivos a la historia de nuestro pueblo. Con ello, el nuevo arte pictórico ha celebrado este aniversario y le ha rendido homenaje. Como también lo han hecho los escritores que han participado en el certamen literario “Historia de Quintanar”.
Por mi parte, y como Cronista, propuse al Ayuntamiento la celebración de un ciclo de conferencias de mayo a diciembre, impartidas por distintos especialistas sobre temas relacionados con la historia de Quintanar de la Orden. La primera de ellas corrió a mi cargo con el título de “Quintanar de la Orden, un pueblo con historia”. Siguieron, después, otras, de gran interés y con gran afluencia de público: la de los arqueólogos Ramón Villa González y Elena Sánchez Peláez (“Agua y tierra: evolución del urbanismo de Quintanar”), la del joven historiador César Romé Ortiz (“Quintanar de la Orden y la II República: la última historia municipal”), la del abogado y ex-Cronista Julián López Brea Justo (“Quintanar, del paisaje al paisanaje”), la del físico Alejandro Prensa Martínez (“Agustín Ortíz de Villajos-Casto López Brea. Semblanza de dos quintanareños ausentes”), la de la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Concepción Mendo Carmona (“Historia de un documento. La carta de 1318 de Alfonso XI”) y la del profesor y director del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard, Francisco Moreno Fernández (“El habla de Quintanar de la Orden y el español como territorio de la Mancha”).
También quisiera destacar la publicación del cuarto volumen de la colección bibliográfica Cuadernos Quintanareños que, con el título “Documentos para 700 años de historia de Quintanar de la Orden (1318-2018)” y obra de la Técnico de Cultura del Ayuntamiento Manuela Justo López en coautoría con mi persona, se presentó el 21 de diciembre. Se trata de un libro que nace a partir del acuerdo adoptado por el Comité evaluador de la colección, en su reunión de 1 de diciembre de 2017, proponiendo su edición con el fin de conmemorar la celebración del 700 aniversario de la carta. Con él se ha pretendido hacer un recorrido por aquellos documentos en los que se da noticia de nuestro pueblo, recopilándolos por su interés para conocimiento de todos.
Por último, quisiera resaltar el hermosísimo acto que sirvió como clausura de todos los celebrados con motivo del aniversario: el que tuvo lugar el día 28 de diciembre para homenajear a nuestro más insigne y concienzudo historiador, el padre Juan Martín de Nicolás Cabo. En esa ocasión se aunaron una mesa redonda dedicada a resaltar su figura desde distintas perspectivas, la firma del documento de donación de su archivo personal y la inauguración del mural que ostenta su imagen. De todo ello desearía resaltar lo segundo. Me cabe el honor de haber dedicado incontables horas de trabajo, junto a Manuela Justo López, en dar una primera organización a ese valioso fondo que se mostró aquel día. Ahora hay que dejar que las personas que siguen trabajando en él (escaneando y describiendo documentos) puedan ponerlo lo antes posible a disposición de todos los que quieran continuar con la labor de quien lo fue creando poco a poco: contar la historia de Quintanar que aún no se ha contado.
Todo lo que he contado referido a mi implicación en esta conmemoración no hubiera sido posible sin el apoyo de, entre otras personas e instituciones y, fundamentalmente, Manoli Justo, a quien le agradezco encarecidamente su buen hacer y su contagioso entusiasmo.
(Publicado en La Encina, año XXXIX, nº 214, abril, 2019, p. 4)