POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En varias ocasiones recomendé un bar de Oviedo especialista en caracoles; no repito el nombre porque lo peto. La especie, Helix Aspersa, la importan de Consuegra, Toledo, y lamentaba yo que en Asturias, con tan favorable suelo y clima, crisis de empleo e iniciativas empresariales, apenas hubiese granjas de caracoles; tenemos criaderos en Paredes de Las Regueras, en San Tirso de Abres, en alguna terraza de Oviedo y para de contar. Pues bien, el pasado día 31 la Guardia Civil detuvo en la rotonda de Muros de Nalón a un traficante autónomo que cargaba en su furgoneta un alijo de 160 kilos de caracoles vivos, se los decomisaron y, según leí, fueron “devueltos a un prado”. ¿Dejaron en un prado más de 25.000 caracoles?, ¿en cuál?, ¿en el de Valdecarzana?, ¿por el Pontigo? Esto fue el viernes, seguro que los gasterópodos emigrarán a Pravia, ¡aún llegamos a tiempo de recogerlos antes de que intenten cruzar la A-8!