POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
El Cabanyal: Cançó popular valenciana:
«1. Hi ha en el Cabanyal, una casa que fa cantonet.
La xica d’allí, festejava amb un xic foraster.
I ara s’ha sabut, que la xica molt grossa s’ha fet.
I és que l’han fotut
i la xica va a tindre un xiquet.»
Esta mañana he podido pasear por algunas de las calles del Cabanyal, esa joya encerrada dentro de ese gran joyero que es Valencia.
Mañana de cielo nublado, mañana con grises nubes, pero momento enriquecedor para contemplar una rica arquitectura urbana digna de ser estudiada.
Decadencia cargada de colorido, balcones abiertos a la luz solar, banderas que decoran de sentimentalismo el ambiente marinero, y recuerdos de una historia cargada de ambiciones portuarias, hombres y mujeres de la mar, mercados populosos y tradicionales, escenas pescadoras, impregnadas de sentimentalismo narradas en obras literarias y plasmadas en incomparables lienzos.
El Cabanyal, Cançó popular valenciana, recuerdo aquellos años de juventud cuando la música era tatareada sin letra, la letra la inmortalizó Joan Monleon, en aquel primer disco de vinilo que nos presentaron ELS PAVESOS… ¡Cuántos años!
Andando por esas calles, cuántos recuerdos en la memoria. Contemplando los balcones, ¡cuánta historia sepultada!; leyendo los nombres de las calles, ¡cuanta ilusión depositada!, calle Progreso, calle Industria, calle Barraca, la Reina, Rosario, José Benlliure, Escalante, o Padre Luis Navarro… Calles valencianas, calles que han unido la tierra con el mar, el invierno con el verano, la playa y el sol con la gente que viene y va.
Cabanyal, carrer de la Reina, repetía Eleneta de Moncofa, recordando gestas del tranvía, historias de pescadores, legados cotidianos de cada día. Una palmera, varias estaciones del Via Crucis, nos recuerdan esa gran Semana Santa Marinera, y los vivos colores suspendidos entre las brisas matutinas empapadas en opacos colores, nos devuelven la alegría de sabernos junto al mar.
Un paseo por esas calles, es el espejo del realismo que arranca a finales del siglo XIX y nos lleva hasta bien entrado el siglo XXI, porque en esas tierras y en esas aguas, hemos crecido como valencianos, hemos aprendido parte de nuestra historia, y hemos dado a conocer una parte viva de Valencia.