POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
En Asturias somos «muy dados» a calificar con superlativos o con diminutivos a aquellas cosas y personas que, de algún modo, llaman nuestra atención. En Gijón, por ejemplo, llamamos LA IGLESIONA al templo del Sgdo. Corazón de Jesús; en Colunga, donde veneramos a San Cristóbal, aquel hombre grande, casi gigante, que llevó en sus hombros al Niño-Dios, en vez de apodarlo San Cristobalón le decimos SAN CRISTÓBAL EL REAL; en Covadonga, a nuestra Virgen «pequeña y galana, la decimos LA SANTINA ; y en LA RIERA DE COVADONGA (pueblín a donde bajaban los canteros que trabajaban en la construcción de la Basílica para cortejar a la tabernera y asegurar la calidad del vino, como dice el cantar), donde veneran a los Santos JUSTO Y PASTOR les dicen LOS SANTINOS DE LA RIERA.
¿Quiénes fueron estos «santinos»?
Según narran la historia y la tradición, los hermanos Justo y Pastor, probablemente hijos de San Vidal, nacieron en Tielmes, en la madrileña comarca histórica de la «Tierra de Alcalá». Cristianos de profunda fe, fueron martirizados en Alcalá de Henares, en el año 304, durante la persecución del gobernador romano Daciano, cuando tenían 7 y 9 años de edad; por eso se les conoce como LOS SANTOS NIÑOS.
Parte de sus restos, en Alcalá, fueron trasladados por el monje eremita San Urbicio (s. VIII) a la iglesia de San Pedro el Viejo, de Huesca.
Desde los siglos XIII-XIV los Santos Niños gozaron de culto en la iglesia de LA RIERA DE COVADONGA y en estos días, merced a la eficaz gestión del canónigo y párroco de ese lugar, M.I. Sr. don José Luis Sánchez, y del Sr. Arzobispo Fray Jesús Sanz, anteriormente Obispo en Huesca, esta localidad asturiana posee el tesoro de dos reliquias de los SANTINOS.
Dícese de los Santos que, por ser cercanos a Dios, hacen milagros. Yo, y lo digo con el máximo fervor de mi creencia, les voy a pedir a esos «Santinos», si no un milagro, sí un favor en «favor» de quien lo necesita.
La palma del martirio también es bálsamo y medicina de almas y de cuerpos.