POR ANTONIO DE LOS REYES, CRONISTA OFICIAL DE MOLINA DE SEGURA (MURCIA)
Todavía hoy, los estudiosos del periodismo murciano, al hablar, o mejor, escribir, sobre el primer Diario de Murcia, siguen citando por su director a Santiago Bado. Hace ya años, 1990, escribí en Murgetana un amplio trabajo sobre las publicaciones periódicas en Murcia en el siglo XVIII, con las nuevas aportaciones encontradas, principalmente, en el Archivo Histórico Nacional.
Ahora, realizada una visita a internet, me permito insistir al observar que se mantiene el error, y que hay un cierto interés por el periodismo de aquel tiempo.
Diario de Murcia apareció bajo el riguroso control que el rey Carlos IV tenía decretado para la prensa, en un intento de salvaguardarse de la revolución francesa. Para ello en 1791 suprimió todos los periódicos que se editaban en España, a excepción de la Gaceta de Madrid y el Diario de Madrid. Pero dejó un resquicio por el cual se toleraban nuevas publicaciones si se sometían a ciertos controles y normas.
El primero en aferrarse a ellas fue Diario de Murcia, pues el más famoso de Barcelona y el de Sevilla salieron meses después. El de Murcia lo hizo con «licencia» del caballero Corregidor, según escrito de puño y letra de su director Mathias Pichaloup de Casanova «natural y autor del Diario de esta Ciudad». En la instancia solicitaba «permiso y privilegio del Rey para su continuación». «Al parecer —según ei informe madrileño— se propone dos cosas, autorizar su periódico, y asegurar su publicación, que como esta en el día queda expuesto al malhumor de un corregidor, que suelen padecerlo con bastante frecuencia».
Al margen del escrito conservado en el Archivo Histórico Nacional, se anotó: «1792. Mathias Pichaloup. Diario de Murcia». Y se dio por fecha de la solicitud el 21 de enero. Ya llevaba publicados los primero 21 números de cuatro páginas, tamaño cuartilla, que iban adjuntos a la solicitud.
Así pues, he de sostener, que el autor, director y propietario fue Matías Pichaloup de Casanova, según le llamaban y se firmaba en los papeles oficiales.
Otro detalle que no aclaran, o lo hacen mal, es el de su duración. Según la colección completa que tengo, se inició el domingo uno de enero de 1792. Antes editaron un prospecto explicativo animando a la suscripción cuatrimestral,. Acabó el primer tomo, el lunes 30 de abril ese año, con 484 páginas –por errata, muy frecuente en la paginación, en la última carilla dice 470-. El segundo tomo, salió el uno de mayo, terminando, bruscamente, el domingo 15 de julio de 1792 con 298 páginas, ocasionado por la denegación de permiso solicitado a Madrid.
También publicaron un curiosísimo «Censor del Diario de Murcia que comprehende los siete primeros días». Ocho páginas criticando los considerados desaciertos del autor, para que «se eviten las fruslerías de enigmas, cartas majaderas e impertinentes» y alguna que otra mala redacción.
Fuente: LA OPINIÓN. Murcia, 7 de junio del 2014