POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Hoy domingo, si no fuera por el aquel del virus maligno que nos invade y nos enclaustra, LUCES (localidad de la parroquia de Lastres-Colunga -Asturias), estaría celebrando con misa, procesión y folixa la festividad de SAN ISIDRO LABRADOR.
Dice un refrán asturiano que «Por San Isidro Labrador, vase el agua y vien el sol». Y, claro, una vez más acierta el refranero, que es esa forma de sabiduría empírica en la que creemos «los vieyos» y de la que dudan los jóvenes…hasta que se hacen «mayores».
Nuestra Asturias, la de los doscientos verdes y de los miles de flores, está ahora en pleno apogeo primaveral. Flores de múltiples formas y colores que alegran jardines, matorrales, campos, bosques… y también COCINAS.
Hace ahora 10 años -fue en mayo de 2010 – don ROMÁN SUÁREZ BLANCO editó, con la colaboración de «Caja Rural de Asturias», su libro de poemas titulado «PALABRAS».
En uno de sus poemas, enmarcado en el apartado que titula «Palabras que sigue moviendo el viento cuando pasa» dice así:
«Hay, dicen, dos maneras
de oler una flor:
cortada y en la mano,
agonizante;
o viva
en el jardín,
cubierta de rocío.»
La cocina de la modernidad ha puesto de moda el uso y el abuso de las flores unas veces como ingrediente de preparaciones y otras, simplemente, como adorno complementario de platos elaborados.
No han descubierto nada nuevo pues ya consta en recetarios muy antiguos el empleo de rosas, violetas, etc. para hacer mermeladas, jaleas, jarabes y, también, para colorear determinados guisos de arroces, pasta… La famosa ginestada de Montiño (siglo XVII) emplea las flores amarillas de la ginesta (en Colunga decimos «carquexa») para colorear guisos.
Precisamente en estos días de la Ascensión y del Corpus está la carquexa en plena floración y en clara señal de tiempo de parto para las lobas. Lo dice el refrán: «Carquexa abotonada, loba preñada; carquexa florida, loba parida».
Otra de las plantas que ahora florece dando colorido a los campos castellanos y extremeños, al igual que las amapolas a los trigos, es el ESPLEGO que, según zonas y variedades, llaman «lavanda», «cantueso», «alhucema»… Es planta de mucho aroma y de flores moradas cuya esencia se utiliza en perfumería y cosmética (jabones, colonias…). El «alcohol de espliego», al igual que el de romero se empleó mucho para aliviar dolores musculares y «de huesos» derivados de problemas de artrosis, golpes, etc.
Bueno, bueno… Hace unos 15 años Carlos D. Cidón, joven y con una «estrella Michelín», publicó en Editorial Everest, de León, su libro «FLORES, AROMAS NUEVOS EN LA COCINA». Una obra muy llamativa en colorido y muy sugerente para entrar en ese mundo culinario de «lo llamativo y sorprendente».
En él nos ofrece una receta muy curiosa para estas fechas en las que los productos empleados están en plena sazón: LOS ESPÁRRAGOS Y EL ESPLIEGO.
Sigan estos consejos:
.- Adquieran unos espárragos (mejor españoles que importados) , ya en conserva, blancos y de tamaño grueso.
Mejor es comprarlos frescos y cocerlos en casa, pero mucha gente, o no sabe, o le resulta difícil hacerlo.
.- Compren un frasco mediano de mayonesa.
.- Den un hervor a un poco de vinagre de sidra con unas flores de espliego (lavanda) ; dejen enfriar y mezclen con la mayonesa.
.- Sirvan los espárragos acompañados con la «mayones de lavanda» y adornen con una inflorescencia de esa planta.