POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)

Aunque pase desapercibido para casi todo el mundo, hoy estaba prevista la inauguración de la tradicional feria del libro de Madrid a la que tantos amantes de la escritura y de la lectura le somos fieles desde hace tantos años.

Es uno más de los innumerables eventos culturales que este maldito virus se ha llevado por delante, y aunque de momento se ha pospuesto hasta el 2 de octubre ya veremos a ver si para entonces puede celebrarse.

Y aunque sea virtualmente y recurriendo al presente histórico, quiero acercarme algún día hasta el Retiro para recorrerla y recordarla, recurriendo al siempre socorrido recurso fotográfico.

En uno de los estand (adaptación hispanizada de stand, que ya está recogida en el diccionario académico), me he tropezado con el dramaturgo y novelista Antonio Gala (en realidad fue un 11 de junio de 2009), y mientras me firmaba un par de sus obras hemos charlado de su vinculación familiar con Escalona del Prado y con FUENTEPIÑEL (en este caso a través de su primo Urbano Jimeno Gala).

Y ya en casa se me ha ocurrido pensar que quizás no estaría mal que evitáramos e ignoráramos muchos de los textos (los llamo así porque son sucesiones de palabras, no por su valor literario o pedagógico, y de la mayoría de los cuales prefiero reservarme mi opinión) que se cuelgan en las redes sociales con dudosos e interesados fines, y le dedicáramos alguna hora más a la lectura de libros, cada uno según sus gustos, claro.

Pero siendo consciente de que cada cual puede hacer lo que más le apetezca, y, siguiendo o no mi sugerencia, elegir lo que le pida el cuerpo o la mente, hasta que no nos levanten el confinamiento y al menos de momento,

#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico, que nos reinventaremos y volveremos más fuertes! Pero por favor, precaución, sensatez y cordura, que aún seguimos en la fase 1. Y, por cierto, si ya están permitidos los desplazamientos provinciales entre todas las poblaciones, ¿cual es el motivo por el que no se autorizan los desplazamientos interprovinciales entre provincias limítrofes que «disfrutan» de la misma fase? Me resulta si no contradictorio, sí, cuando menos, paradójico. Poco a poco.

¡Buen día!