POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
El control de los gastos derivados de la construcción de refugios durante la Guerra Civil era una de las funciones esenciales que desarrollaba la Junta Local de Defensa Pasiva. https://bgarrigos07.wordpress.com/2019/10/23/la-junta-de-defensa-pasiva-contra-aeronaves-la-busqueda-de-fondos/
En cada reunión de la Junta Local de Defensa Pasiva se presentaban para su aprobación una relación de facturas de los trabajos realizados desde la fecha de la sesión anterior hasta ese momento. En el libro de actas sólo se recoge el nombre del proveedor, unas pocas palabras sobre el concepto y la cantidad del importe. Las facturas no se han conservado. Con todas estas anotaciones hemos podido establecer el coste de las obras. Con la finalidad de que sea sumamente fácil su consulta hemos agrupado la totalidad de los gastos en 4 epígrafes: jornales, transporte, materiales y otros.
En el primer epígrafe se recogen las cantidades pagadas semanalmente a los trabajadores.
En el segundo se agrupan los gastos por acarreo de materiales para la construcción y por la retirada de escombros.
En el apartado de gastos de materiales se incluyen los derivados de la adquisición de dinamita, arena, yeso, cemento, ladrillos, maderas, cerrajería, petróleo y gasolina y los procedentes de la reparación de las herramientas.
Bajo el epígrafe de varios se incluyen gastos de farmacia, compra de materiales administrativos y una factura del sindicato de la industria textil de 2.200 ptas., que pensamos que podrían ser uniformes.
VER PDF: El coste de la construcción de refugios durante la Guerra Civil
El principal capítulo es el destinado al pago de los salarios de los trabajadores que alcanza el 68,1% del total. En segundo lugar se encuentran los gastos de materiales que llegan al 20,4%. El tercer lugar lo ostenta el transporte de materiales para la construcción de los refugios y la retirada de los escombros con el 8,9% y el último capítulo es el de varios con sólo el 2,6%.
Un serio problema con el que se encontró la Junta de Defensa Pasiva fue la falta de mano de obra para construir los refugios. En la sesión constitutiva del 15 de junio de 1938 ya se adoptaron las primeras medidas para conseguir una plantilla de trabajadores y así se acordó se empleen los obreros que estén en paro forzoso desde los 14 años. También se decidió publicar un bando en el que se informaba a los vecinos del inicio de los trabajos y la necesidad de inscribirse en la Oficina de Colocación Obrera para tener derecho a este empleo. Estos trabajadores recibirían una remuneración[1]. Debido a que se pensaba que la mano de obra necesaria para realizar los trabajos debía ser importante también se recurrió a aquellos trabajadores que poseían ya un empleo y se decidió: “sean invitados los sindicatos agrícolas y sindicales UGT y CNT de la localidad a que presten su apoyo moral a esta Junta Local de Defensa Pasiva ofreciéndose a trabajar, como voluntarios, en la construcción de los refugios las horas y días que sus ocupaciones se lo permitan”[2].
Puesto que posiblemente algunos varones no estuvieran inscritos en estos sindicados se aprobó también confeccionar “una lista de los ciudadanos restantes que no figuran inscritos en ninguna de estas sindicales o sindicatos al objeto de que se les invite igualmente a prestar el debido apoyo moral trabajando como voluntarios”[3]. Al mes siguiente algunas asociaciones manifestaron su interés en colaborar en la construcción de los refugios como: los afiliados al partido Comunista de España, los miembros del sindicato de Turroneros y la sección de barberos y peluqueros: “ofrecerse incondicionalmente todos los lunes de cada semana a trabajar cuatro horas voluntarias en la construcción de refugios”[4]. Debido a la falta de personal muchos de los trabajadores fueron niños, de 12 a 14 años, que veían esta actividad como un juego más que como un trabajo, de forma que cuando el capataz no vigilaba se ponían a jugar o abandonaban el trabajo.
NOTAS:
[1] En la sesión del 18 de febrero de 1939 la Junta de Defensa Pasiva acuerda: señalar a José Ramos 9 pesetas de jornal en vez de 7,50 ptas. que cobraba. A José Valls 7,50 ptas. en vez de las 6 ptas. que percibía diarias. Y a Ricardo Lucas 15 ptas. en vez de las 14 que cobraba.
[2] AHMX, Libro de actas de la Junta de Defensa Pasiva 1938-1954, sesión del 15 de junio de 1938, sig. 587.
[3] AHMX, Libro de actas de la Junta de Defensa Pasiva 1938-1954, sesión del 15 de junio de 1938, sig. 587.
[4] AHMX, Libro de actas de la Junta de Defensa Pasiva 1938-1954, sesión del 13 de julio de 1938, sig. 587.