POR JOSÉ ARTURO CASTILLO RAMÍREZ, CRONISTA DE RÍO GRANDE, ZACATECAS (MÉXICO)
Se tiene conocimiento de la explotación del Cerro de Santiago desde finales del siglo XVII por Juan José González Castrillón, dueño de la Hacienda de San Felipe y Santiago; teniéndose el referente que los minerales se beneficiaban por azogue. Producía de quince a dieciocho marcos de plata por montón. Destacable es el que en ese lugar se encontraba Manuel Agustín de Arrieta, de oficio carretonero, cuya ocupación era trasladar fletes de mercancías y diversos materiales, además de ofrecer el servicio de pasajeros en su flota de recuas que tenía, quien por supuesto hizo lo imposible para involucrarse en la búsqueda del oro y la plata.
Atribuyéndosele a este personaje ser el pionero de las comunicaciones y transporte en nuestro pueblo, en la ruta Santa Elena-San Cayetano-Hacienda de Pastelera-Real de Santiago y viceversa. Esto acontecía en el año de 1777.
Para un censo de 1804, existían entre negros y mulatos un total de 36 tributarios y tres por hacerlo (pagaban tributo en la Real Caja de Sombrerete); por consecuencia, era una población negra.