POR JOSÉ JULIO ORTIZ CHISVERT, CRONISTA OFICIAL DE COBEÑA (MADRID)

Este domingo 12 de julio de 2020 visité la provincia de Guadalajara, pues como interesado por la historia, cultura y tradiciones de Cobeña, Guadalajara y nuestra villa están íntimamente ligadas.

En mi periplo hice unos 330 km y visité tanto la Alcarria como la Serranía arriacenses y es que nosotros, los de Cobeña, además de madrileños fuimos arriacenses o caracenses, (que es el gentilicio o nombre con el que se denomina a lo de Guadalajara), ya que fue en 1833 cuando dejamos de pertenecer definitivamente a esa provincia y pasamos a ser definitivamente de la de Madrid.

Y visité uno de los lugares que más interés tenía por conocer; Imón.

En las Relaciones Topográficas de Felipe II, al 23 capítulo se responde que en la Villa de Cobeña, en su jurisdicción y término no hay sal. Y que se provee de sal de las salinas de Olmeda y de Imón. Y que puede haber desde Cobeña a las dichas salinas quince leguas poco más o menos.

Pues efectivamente, a unos 75 km más o menos en línea casi recta, (que son 15 leguas), y que es como antaño se cubrían las distancias, buscando el camino más corto, están las salinas de Imón. Espectacular infraestructura del siglo X que luego se fue adaptando a las necesidades de los siglos venideros y que Carlos III amplió con la construcción de grandes almacenes, artesas y canales que aún se mantienen en pie.

Coincidimos por aquellos lares pero sin vernos, mi expedición, (Pilar, Eva y yo), y la expedición de Andrés Chisvert, que con su mujer y otra pareja recorrieron en sus motos casi los mismos rincones que nosotros. Es por eso que aprovecho las fotos que María Bricos, la mujer de Andrés a subido a Facebook y que son mejor que las mías, para utilizarlas en este artículo.

Las salinas de Olmeda e Imón fueron las mayores salinas del interior de la península durante mucho tiempo y las de mayor producción en la península ibérica.

También visitamos Palazuelos, y es que la relación de Cobeña con este lugar no es ni más ni menos que de allí es natural don Aniceto Garbajosa.

Aniceto ha sido el cura que más años ha estado en Cobeña de párroco de la Iglesia de San Cipriano en los últimos 120 años. Nada más y nada menos que 18 años. Y es que como yo decía al principio, muchos son los lazos que nos unen a la tierra de Guadalajara.

Finalmente regresamos por la unidad paisajística de la campiña de Guadalajara, a la cual pertenece Cobeña, visitando Cogolludo, población de la que Aldonza de Mendoza fue señora. Aldonza heredó de su padre, Diego Hurtado de Mendoza, Tendilla, Cogolludo, Loranca, Cobeña, Algecilla, Palazuelos y Robredezarzas.

Un nutrido día de estudio «in-situ» de algunos lugares relacionados con la historia de nuestro pueblo.