POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

No, por favor. No se me enfaden «les moces llastrines» -que sí, que todas son preciosas- porque no es misión de mis «Histories…» el andar piropeando a las jovencitas, medianas y tercera edad de nuestra Villa y Puerto colungués. Sigo el consejo que advierte el cantar surgido en la comarca una vez que los colungueses (y españoles) «devolvimos» a su país a los invasores franceses:

«Desde la raya de Francia
mandó Bonet una gaceta:
Con las muchachas de Llastres
¡cuidado, nadie se meta!»

Se lo comenté una vez en un verano lastrín, hace años ya, a doña Ángeles Villarta, la hija de don Pedro el médico, gran escritora y periodista: «¿Doña Ángeles, ¿cómo se le ocurrió titular «UNA MUJER FEA» a su preciosa novela y que la protagonista, el lugar y el ambiente sean lastrinos?» ¡Cómo nos reímos!

Aquí y ahora, metiéndome en un lío ictiológico «de empújame columpio», voy a comentar «un sucedido que sucedió» hace unos días en Llastres y que también se repite en otros puertos pesqueros del norte español: La captura, en pesca deportiva, de UNA BONITA DE UNOS 80 kg.

¡Ay, madre! «¿Qué ye una bonita? Cada vez que hago esta pregunta me lo explican tan bien, «que no entiendo nada».

Verán:

1.- Don Emilio Barriuso, catedrático de Lengua y Literatura, en su libro «El léxico de la fauna marina en los puertos pesqueros de la Asturias Central» (RIDEA. Oviedo 1986) asigna el nombre de BONITA al atún (Thunnus thynnus L) y al bonito del Norte si es de gran tamaño (Thunnus alalunga Bonn.).

2.- En otros autores llaman BONITA al RABIL o atún de aleta amarilla (Thunnus albacora) y al LISTADO o FUTBOLISTA (Euthynnus pelamys L.), que en Francia le dicen «Bonite a ventre rayé».

3.- Como cada vez me aclaraba menos «me se ocurrió» consultar a un «hombre de la mar», el lastrín FERNANDO MENÉNDEZ BRAÑA, siempre amigo fiel y servicial, antiguo patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores.

La respuesta de Fernando fue breve, clara y concisa: «Verás, manín; equí en Llastres llamamos MONU·a un bonitín del norte de tamañu pequeñu (menos de 5 kg), el BONITU ya tien un pesu entre esos 5 kg y como muchu, unos 20 kg; y si el pesu está comprendíu entre algo más de 20 kg y unos 120 kg ye la BONITA, que en Llastres tamién la llamamos ALBACORA. Ye un túnidu intermediu entre el bonitu y el atún rojo, tien el cuerpu más redondeau, más rechonchu, y la carne más blanca, y tien más grasa que el bonitu y menos que el atún. Ye muy sabrosa».

¡Ay, Dios, ya me la armó el bueno de don Fernando! Porque resulta que el nombre de ALBACORA el profesor Barriuso lo asigna a la MELVA (Auxis thazard Lac.), al ATÚN ya citado antes, al BONITO DEL NORTE, al LISTADO, a la BACORETA o rayao (Euthynnus alletteratus Rat) y al BONITO SIERRA (Sarda sarda Bloch.)

3.- Y por si fuera poco este lío taxonómico, leo que en algunos países también llaman ALBACORA al PEZ ESPADA (Xiphias glaudius).

4.- Termino. Cuando ya estaba en trance de «suicidio mental» encuentro en Facebook una «afoto» doble, publicada por mi amigo José Manuel Valle Quintana de una grandiosa BONITA, que el apoda humorísticamente como «SARDINILLIA», y que con otras 5 como ella va a preparar una «latina de conserva en aceite de oliva». ¡Esto es de coña marinera! Y nunca mejor dicho.

En resumen: ¿Qué ye una BONITA?

Respuesta personal siguiendo el Catecismo del P. Astete: «Eso no me lo preguntéis a mí, Padre, que soy ignorante. Doctores tiene la Iglesia que os sabrán responder».

Bueno, bueno, bueno…

Pues «pa entreteneme xurgando pe la cocina de CASA PRUDO» preparé un rollín de bonito del norte para destinarlo como «entrada» al menú de hoy; es decir, en plan fiambre en un «híbrido» de pescado, lechuga y tomate como verán en la foto. Todo bien aderezado con aceite de oliva virgen extra.

Por otra parte, con la carne sin espinas ni pieles de unas carrilleras o pestorejos («pistoreyos», que decimos en Colunga) guisé una cazuela de BONITO CON PATATAS EN SALSA VERDE, siempre con el aroma de un vino andaluz (manzanilla, en este caso), que resultó riquísima.

Muy fácil:

1.- Troceé el bonito en pedazos de tamaño mediano-pequeño que, una vez sazonados con sal, freí en aceite de oliva. Retiré y reservé.

2.- En ese aceite freí unas patatas panadera cortadas un pelçin en grueso.

3.- Preparé una salsa verde friendo en aceite ajo y una guindilla y después añadiendo perejil majado en mortero y desleído en agua.

4.- En una cazuela coloqué como fondo las patatas fritas; sobre ellas el bonito frito y cubrí todo con la salsa verde Bauticé con un «Asperges me, Dómine» de manzanilla andaluza de Sanlúcar y tras unos hervores y consiguiente reposo… ¡a comer!

Pues nada, nada… Todos pa Llastres, que hay buen pescau y les moces son precioses a decir basta.