POR EMILIO DEL CARMELO TOMÁS LOBA, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL RÍO SEGURA (MURCIA)
En el año 2005, con motivo del III Congreso Turístico del Valle de Ricote, tuvimos la ocasión de poder participar en dicho evento aportando un trabajo titulado “Antigua distribución del Calendario Festivo en Villanueva del Segura. Cancionero literario musical y Etnografía. Materiales de Documentación Oral”. Ahí volcamos un poquito lo que había sido nuestro trabajo desde el punto de vista etnográfico durante varios años pero, como es lógico, la oralidad de una forma u otra nos había conducido también por los parámetros de la Historia y en la memoria popular, además de formas literarias como Salves, Coplas de Aurora, Gozos, Dolores, Romances y múltiples canciones así como otras manifestaciones profanas rituales o de carácter social, todavía quedaba un hueco para el arte, la historia y el recuerdo de las personas más influyentes de la localidad.
Fue así que, trabajando desde 1os años 97-98 del siglo pasado, en el año 2005 pudimos dar a conocer nuestra primera aportación importante sobre Villanueva del Río Segura, hecho que supuso también la primera documentación de cómo estaba distribuida la planta de la iglesia en la ubicación de las tallas o imágenes que la completaban. Además, como sucede en otras localidades, las tallas entregadas a la iglesia por las diferentes familias del pueblo no eran del todo una donación sino más bien una entrega u ofrecimiento al Templo Parroquial, sin perder las familias por ello la propiedad de las mismas.
Sea como fuere, la mala suerte se cebó con nosotros porque en el volumen o libro de las actas del congreso aparecía una relación de propietarios de las tallas antiguas anteriores a la Guerra Civil comunicados de viva voz por nuestra informante, Antonia López Gómez pero, lamentablemente, el plano de la Iglesia con la ubicación de las tallas que formaba parte del artículo fue obviado o, simplemente, motivado por algún olvido, no apareció en la maquetación del artículo final, donde procedía: en la última página de nuestro trabajo (motivo por el cual está en blanco).
Hasta entonces, sobre la población de Villanueva del Río Segura, y en particular sobre su iglesia, había escrito el historiador Luis Lisón en un libro sobre el centenario de la iglesia, en 1982, que además contaba con el documento facsímil, parte central de la publicación, con todos aquellos parroquianos que aportaron “dineros” para la construcción y culminación del Templo Parroquial bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Asunción. Bien es cierto que existe copiosa documentación en la hemeroteca murciana de la época acerca del evento que supuso la inauguración del Templo Parroquial de Villanueva, pero nadie ciertamente, hasta el escrito de Lisón, había aportada nada relevante de la historia local.
Sea como fuere y gracias a la aportación de la oralidad de aquellas gentes que pudieron conocer las hechuras del Templo Parroquial y las tallas que lo integraban con anterioridad a la Guerra Civil, nos contaba Antonia López Gómez, la Antonia “del Salvoré”, que, situados en el altar, mirando en dirección a la puerta, nos encontrábamos con la siguiente ubicación a la derecha:
1. La Virgen de los Dolores, que pertenecía a doña Isabel María Baltasara López López, más conocida como “La Baltasara”, capilla que construyó con su primer marido, con el ministro Pleniponteciario de su Majestad don José García de León Pizarro y Bouligny.
2. El Cristo o/y la Cruz desnuda (resultante de quitar la talla del madero cuando Cristo había muerto en Semana Santa) era de Jesús Rubio. Esta información nos la proporcionó Rosalía Robles.
3. La Virgen del Carmen, a Filomena López, la de Antón.
4. El Niño, a Bernarda Sandoval, mujer de Juan Núñez Massa, como heredera de la familia Sotos. Antonia López Gómez, nos comentaba que pertenecía a Juan Núñez y su mujer Bernarda, si bien es cierto que otra informante, María Encarna Núñez, nos matizaba y confirmaba que El Niño pertenecía a ella por herencia familiar.
5. Nuestro Padre Jesús, pertenecía a la familia Ayala.
6. San Antonio, cuyo propietario era el pueblo.
7. La Soledad, a Gregorico “el Tartajo”.
8. La Inmaculada, a la asociación religiosa de las Hijas de María.
Y a la izquierda:
1. La Virgen de la Piedad, perteneciente al pueblo.
2. El Ecce Homo, no supo nuestra informante decirnos de quién podría ser. Tenemos la teoría de que, tal vez, pudiera pertenecer a Doña Isabel puesto que un Ecce Homo de escayola, blanco, sin pintar, se alzaba en el espacio interior delimitado por su capilla enrejada.
3. San Juan, a Juan Núñez Massa.
4. Nuestra Señora del Rosario, a don Pedro Alix.
5. San Benito, a Francisca de Jesús.
6. San José, según Antonia López Gómez, a Antonio Ruiz, “el tío Quintín”. Según nuestra informante María Encarna Núñez, doña Helena López, la mujer del tío Quintín, afirmaba que no era de ellos pero que se encargaban de su cuidado.
7. San Luis Gonzaga, a la asociación religiosa de la Hermandad de Jóvenes.
8. San Roque, pertenecía a Marianico de Serafina.
* Nuestra informante Antonia López Gómez no nos dijo nada acerca de que la Capilla de doña Isabel estuviera enrejada. A esa conclusión llegamos por la documentación fotográfica antigua. Y desconocía la propiedad del Cristo Crucificado que, más tarde, nos dio a conocer la infórmate Rosalía Rubio.
Creemos que la reciente y última restauración de la Iglesia Parroquial en que fue declarada Bien de Interés Cultural Material, podría haberse ajustado al modelo original en su interior cuando la documentación existía tal y como reflejamos en las fuentes aquí aportadas… Cada lector que saque conclusiones.
Sea como fuere, la población de Villanueva del Río Segura está orgullosa de su iglesia neoclásica, denominada la Catedral del Valle de Ricote. Por este motivo, seguiremos trabajando con encono por reivindicar la Historia de la Parroquia, esencial en esta villa, en torno a la cual giraba la vida de esta pequeña población valricotí.