POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA

(Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/)

La historia se ha escrito a lo largo y ancho de los caminos que, como es bien sabido, son los que han marcado las direcciones del desarrollo y del progreso. Cuando repasamos las etapas del desarrollo, nos encontramos desde muchos siglos atrás con la apertura de vías que han marcado siempre etapas de prosperidad y avances destacados. Por fin la esperada 630 está en marcha después de una década abandonada. Estos olvidos constituyen auténticas tragedias sociales y a la vez económicas, de aquí el cuidado que se debe tener en las altas esferas de la Administración a la hora del planteamiento, de los programas y de las realizaciones. Dejando atrás esa que está en marcha camino de Benavente nos queda pendiente la del Oeste, la 122 , una vía trazada y resuelta en la segunda mitad del siglo XVIII, en el reinado de Carlos III, vía señalada, perfectamente estructurada y equipada por tramos, posadas y postas, y sobre cuyo trazado con algunas correcciones se levantó la actual carretera.

Hasta qué punto se consideró esta vía que en los finales de la década del veinte del pasado siglo se amplió hacia el país vecino, con una entrada por Tres Marras y desde Fonfría se siguió el proyecto hasta enlazar por Cerecinos de Campos con las calzadas que marchan hacia el Bidasoa de cuyo proyecto, solo se terminó el de Fonfría y Carbajales de Alba.

Esta vía, según parece, va a seguir semiolvidada por nuestras administraciones cuyos criterios constituyen una auténtica definición de sus características y de sus posibilidades, demostrando una ignorancia total sobre las grandes líneas del desarrollo y contando con abrir y facilitar nuevas puertas a un futuro que llama con cierta frecuencia.

La 122 cruza la península y este tramo pendiente de su actualización constituye el tramo clave del enlace del Atlántico con el Mediterráneo por nuestro noreste, amén de ese misterioso sueño dorado, siempre olvidado por las altas magistraturas, hasta que un día el pueblo se canse y comience la fiesta por su cuenta.

Pero en nuestros días este eje constituye una puerta abierta a una serie de proyectos que se ven cortados ante la constante ineficacia de quienes ni siquiera tienen una clara visión geográfica, al margen de otro tipo de ideas de las que ni siquiera han oído hablar.

Al margen de estos sueños y de esas ideas la 122 está pidiendo un mínimo de atención y sus tres tramos técnicos, tampoco deben ser un problema de presupuestos. Tristes destinos cuando falla el sol, en ese caso no se puede soñar nunca con un bello atardecer.

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