POR JOSÉ ANTONIO AGÚNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE MALPARTIDA DE CÁCERES
Pasó la XIV Ruta Histórica que en año y situación tan especial se desarrolló exclusivamente en la Plaza de Aizenay, presenciándola el público sentado y guardando la distancia social. Aún así, más de 300 malpartideños volvieron a respaldar de forma mayoritaria este acto cultural que se ha convertido en uno de los que despiertan mayor interés del programa festivo estival. La ruta de 2020 hubo de adaptase también, organizativa y temáticamente a las circunstancias, dedicándose por completo a los “Días de Resistencia” que Malpartida hubo de vivir a lo largo de su historia en su lucha contra las enfermedades y epidemias. Abrieron la ruta las palabras del concejal de turismo, Diego Caballero para dar paso a Maripaz Leo, responsable de la Oficina de Turismo y el cronista oficial José Antonio Agúndez, quienes diseñaron un viaje informativo en el tiempo que pretendía acerca a los asistentes tanto a los procesos epidémicos vividos por la localidad en el pasado como un recuerdo -todavía muy vivo y latente- de los recientes días de la pandemia del covid-19. El acto comenzó con un sencillo homenaje a una figura que nos dejó durante el estado de alarma: Manuel Rico Jorge, conocido por todos como “Manolo TV”, quien con su cámara en ristre de TV-Malpartida supo hacerse un hueco en el corazón de los malpartideños. Gracias al seguimiento que hizo de estas rutas históricas hoy contamos con un excepcional archivo de lo mucho que en ellas se ha contado y de la enorme participación de vecinos que en ellas ha habido.
En la primera parte, asistido de material visual, el cronista hizo mención a las pandemias que asolaron al pueblo malpartideño, vinculadas casi siempre a episodios de sequía, hambrunas y guerras. Así, habló de los estragos que produjo la “peste negra”, las enfermedades sobrevenidas con motivo de las Guerras de Portugal y de la Independencia, la epidemia del cólera-morbo que sobrevino en 1853-1854, o a las de viruelas que en sucesivas oleadas azotaron a la población en toda la segunda mitad del siglo XIX. De igual manera, recordó las crisis producidas por el tifus, la “gripe española” de 1918, la endémica tuberculosis, o la neumonía atípica por el aceite de colza adulterado. Previno además de cómo se había luchado contra las mismas, a través de la fe y de las medidas que las autoridades habían promovido para atajarlas, así como de los lugares conocidos por todos vinculados a los sucesos relatados como charcas, ermitas, cementerios o “bujíos”. No pudo faltar, como santo y seña de estas rutas, pequeñas representaciones a cargo de personas entusiastas de la localidad -este año reducidas por motivos de seguridad-. Así, Juani Leal, Francisco Mogollón y Antonia Rodríguez personificaron el momento en que el pregonero voceaba un bando con recomendaciones sanitarias ante la propagación de una epidemia; y Paqui Búrdalo y Raúl Nieto representaron un diálogo de lo sucedido en la localidad con motivo de la psicosis que produjo la epidemia del aceite de colza en 1981. A pesar de no ser profesionales de la escena, todos lo parecieron. Del mismo modo se comentaron algunas curiosidades relativas a los remedios caseros que se utilizaban cuando no existían o eran escasos los médicos y las medicinas, pues era el momento de echar mano de la botica de la abuela.
La segunda parte del acto fue una aproximación a lo que la reciente pandemia del Covid-19 había supuesto para los malpartideños: un tiempo de resistencia en el que el confinamiento domiciliario y las medidas de protección impuestas habían excitado la aparición de nuevos sentimientos, sensaciones y hábitos. Se hizo un repaso por las vivencias de las fiestas que hubo que vivir desde casa pues en esta primavera tan especial faltaron las procesiones de Semana Santa, la reunión de vecinas entorno a la Cruz de Mayo, la alegría de recibir a San Isidro, etc. Como la música es el más directo hilo conductor para recuperar esas emociones robadas, se invitó a Diego Pedrazo y a David Molina a tocar la saeta que rompe el aire del Jueves Santo cuando el Nazareno está en la calle acompañada en esta ocasión por los pequeños cofrades Paula Liberal, Mauricio Manzano y Marta Montero; o a Verónica Castela interpretar al piano la composición que acompaña uno de los momentos más recogido y conmovedores de la Semana Santa malpartideñas como es la Petición de las Tres Gracias. Por su parte, Paqui Mogollón trajo al recuerdo la ilusión que ella y toda la urbanización de La Cañada sienten al recibir cada año a San Isidro, incluso en éste en el que aún en la distancia estuvo presente. De igual modo, Mila Millán y Manuel Rodríguez regalaron a los oídos de los presentes la interpretación del famoso “Cordón” como una forma de plegaria al santo Patrón para implorar su ayuda en estos difíciles momentos. Una pandemia esta del Covid-19 que suscitó, como lo hizo la adversidad en otros momentos de la historia, hermosos y bellos gestos por parte del vecindario que ha colaborado de mil maneras en hacer más llevadera la situación sobre todo a los mayores, a los niños y a las personas más desvalidas. Por medio de imágenes y comentarios se trajo a la memoria que ha sido este el tiempo del altruismo y el voluntariado: de los aplausos, de los que se dedicaron a fabricar mascarillas, elaborar menús, ayudar a hacer la compra; el tiempo de los mensajes de ánimo, de los arcoíris, de los muñecos, de días sin besos ni abrazos, del yo me quedo en casa; el tiempo de las proyecciones de Toño sobre la iglesia – autor también del cartel de la ruta-, de los que ponían música o tocaban para hacer llevaderas las horas del confinamiento, de colgar fotos en internet, del deporte en casa, de las familias metidas en la cocina y de las nuevas relaciones vecinales que se establecieron; el tiempo de los partes diarios sobre la evolución de los contagios, de los bandos, de las desinfecciones, de las despedidas solitarias, de las videocañas, de una primavera robada y de unos días que nunca fueron. Los días del “Resistiré” que pudimos escuchar en versiones como la de Erizo Record de Rubén Gómez y la que nos interpretaron a trompeta como final de ruta los niños Diego y Antonio Silva. Finalmente, el alcalde Alfredo Aguilera clausuró con sus palabras este acto agradeciendo a todos su participación y ponderando el ejemplar comportamiento de los malpartideños del pasado y del presente ante las fatalidades de la historia: sólo su responsabilidad, su respeto a las medidas de prevención y su actuar unidos vencerán de nuevo a la pandemia y sus consecuencias.
Mi especial agradecimiento al Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres, a todos los que colaboraron como al numeroso público que estuvo presente.