TODO TIENE SU TIEMPO Y SU SAZÓN.
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Hay un tiempo para nacer y otro para morir. Tiempo de hablar y tiempo de callar. Tiempo de rasgar y otro para coser. Tiempo de plantar y de arrancar. Ahora es el tiempo en el que las hojas caen, duermen y se transforman.
En unos días habrá llegado noviembre, mes de los difuntos, tiempo de ausencias y recuerdos, porque las horas liman los días, los días roen los años y los años menguan la vida. Y así acude la rotundidad del verso de José Hierro: “Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo”