POR JUAN CUÉLLAR LAZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Aunque prácticamente se pueden contar con los dedos de una mano el número de ejemplares de olivos que hay en el término, y tienen más un carácter ornamental en los jardines o en los patios que productivo en sí, algunos años las aceitunas llegan a colmo y merece la pena su recolección.
Y ayer, con la borrasca Bárbara llamando a la puerta, era un buen día para realizar esa labor.
Y a falta de almazara donde prensarlas y extraer su oro líquido, habrá que curarlas siguiendo los sabios consejos del vecino aragonés o extremeño de turno que son los que más a mano me pillan.
Es el tercer elemento que nos faltaba para, junto al trigo y a la vid, completar en el pueblo esta bendita trilogía o tríada mediterránea que tanto nivel y calidad le aportan a la mejor y más sana gastronomía del mundo que, sin falsas modestias, casualmente es la nuestra.
Hoy toca felicitar a mi hermano Jesús, ¡ Felicidades! ¡Buen día!