De: El Rey David Para: Andrés en su cumple

Estimado Andrés, sé que cumpliste años y un poco a destiempo -como escriben todos en el feis-, te traigo mañanitas. No vine con mariachi, lo dejé en San Lázaro, solamente cargo con mi lira para entonarte lo que se canta aquí desde hace muchos ayeres. Siendo esta una canción importada desde el tiempo en que México fue virreinato, espero no te moleste que por igual haya sido entonada a criollos que a insurgentes; a monarquistas y a republicanos; a liberales y a conservadores; a cristeros que a anticlericales; a priístas -así te las cantaron a ti en ese tiempo- que a panistas; a chairos y a fifís, es la canción más tocada -y no estoy hablando de ti- de nuestra historia.

Te lo anticipo porque ya agrediste a la Feria del Libro más importante en lengua castellana del planeta, por haber invitado a tres que no te caen, cuando ahí mismo han estado año con año tus fans, es más, ahí despeñascó Enrique por no haber podido citar tres libros, algo que no sé si tú pudieras hacer. Por lo pronto te hago saber que desde Guadalajara, la porra te saluda, hijo…-.

Aquí van mis Mañanitas con algunas adecuaciones que me he permitido hacer, especialmente para ti, ¡qué emoción!:

Estas son las mañaneras… ¡perdón, las mañanitas!

que le canta el rey David

a este muchacho bonito -ejem-,

se las canto desde aquí.

Despierta, mi bien ¡despieeeeeerta!

mira que ya amaneció -cálzate tus sandak-;

los zopilotes acechan

la luna ya se metió -no puedes seguir ahí, o sea-.

Qué linda está la mañana,

si ignoramos a Tabasco;

venimos -casi- todos con gusto

y placer a felicitarte.

-Sí, la diputación Morena interrumpió la sesión del H. Congreso de la Unión para cantarte, ¡qué monos!, literal.

El día en que tú naciste -da horror-,

nacieron todas las flores -el frijol con gorgojo viene por separado-;

y en la pila del bautismo

cantaron ruiseñores, chachalacas y gansos.

Ya viene amaneciendo,

ya la luz del día nos dio;

levántate y anda… -no, perdón; ese es otro personaje bíblico-.

Otra vez: levántate de mañana,

mira que ya amaneció… o sea, ¿sí me entiendes..?

Por cierto, eso de: ¡mordida!, ¡mordida!, ¡mordida! Lo aplazamos, no se le vaya a atragantar el pastel a Bartlett, ya sabes que hay cosas que le dan risa…

Muchas felicidades.

David, rey y profeta -yo sí-.