POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
A veces los milagros existen en nuestros días, estaba escrito en las estrellas que sería Doña Dolores la madrina de la Coronación Canónica de la Virgen de la Fuensanta. Que sería ella la que portase y entregase a los eclesiásticos, el Infante, que también iba a ser coronado en 1956.
Coronación fallida 1931
“Hubo un intento de coronación en septiembre de 1931, las hermanas, señorita Ana María y señora Cándida Marín Bueno, viuda de C. Bueno habían aportado una crecida cantidad para sufragar la corona , siendo el afamado orfebre valenciano Sr. Merlo y Bonet el artífice de ella.
Se contó con la generosa cooperación de todos los pueblos de la comarca, Villanueva del Arzobispo, Iznatoraf, Villacarrillo, Sorihuela, Beas de Segura, Segura, Hornos. Jesús del Monte, Cazorla…
Se nombraron comisiones de señoras y caballeros presidiéndolas D. Tomás Bueno Romero…todo estaba previsto para septiembre de 1931, pero no llegó a celebrarse con la llegada de la II República”. Así nos lo contaba el P.Arturo Curiel en su obra “La Virgen de la Fuensanta y su Santuario”.
Coronación en 1956, escrito en las estrellas, Madrina, Doña Dolores Sánchez Bueno
Así nos lo contaba en la revista Reina del Olivar, Dolores: “Fui Madrina de la Coronación por elección propia de la Virgen. Ella puso los medios y circunstancias precisas para que así fuera, sólo a Ella debo tan gran honor. Han pasado muchísimos años y le sigo dando gracias por su elección, me asombra que pueda quererme tanto sin merecerlo, creo que estoy viviendo de las rentas, es decir cosechando lo que mis antepasados sembraron.
Este agradecimiento es también para aquellos magníficos organizadores de los diferentes actos del evento de la Coronación Canónica, que sin duda constituyó un HITO en su género, y que será inolvidable para todos los que tuvimos la inmensa suerte de presenciarla y ahora la de seguir recordándola en esta fenomenal “memoria fotográfica”, que tuvieron la delicadeza de legarnos para la posteridad.
(Algo mágico se da en su nombramiento como madrina. Los padrinos oficiales nombrados eran los Marqueses de Villaverde. Un día antes de la Coronación envían un telegrama, comunicando que no pueden asistir, y delegan en el Gobernador Civil de la Provincia y su esposa.
El día 29, la mañana de la Coronación, cuando las autoridades locales salen a recibir a los nuevos padrinos, El Gobernador, D. Felipe Arche Hermosa, comunica que su esposa no puede asistir ya que se encuentra en el hospital de Jaén, con su hijo, que está ingresado grave)
Dolores que ya está sentada en el lugar asignado es llamada por D. Juan Ortuño, que le indica que debe ser la madrina, por lo que rápidamente debe ir a su casa, cambiarse de vestido y colocarse la mantilla. La larga historia de este vestido, cuyo tejido se adquirió en Tánger, demuestra que en algunas ocasiones, los hechos que no suceden no tienen una explicación lógica).
Así fue como Dolores fue la madrina de la Coronación de 1956.
Con motivo del Cincuentenario de la Coronación en el año 2006, hubo una amplia serie de actos, programados por una comisión en la que participó intensamente Dolores. Por esta comisión se acordó nombrar como padrinos para las distintas celebraciones, en especial la Eucaristía en la explanada del Santuario, a D. Miguel Hueta Vivo y Doña Dolores Sánchez Bueno. El pregón lo realizó D. Manuel Medina González.
Consideraba a Villanueva del Arzobispo “somos un pueblo privilegiado, en su mayoría cristiana con Marianismo acendrado y una grandísima devoción a Nuestra Madre de la Fuensanta, Patrona de las Cuatro Villas y Señora del Olivar”.
Dolores, ejerció de samaritana, callada, colaborando con todas las órdenes religiosas, dominicas, hermanitas de Santa Teresa, con la orden trinitaria, iglesia… y numerosas y silenciosa ayuda a personas necesitadas de la localidad.
Madrina de la Coronación, además de estos Infantes, que ella mimó será recibida en el más allá, además de por la Reina del Olivar, por los cientos de niños de Madagascar o India, en donde colaboró en la construcción de escuelas y hospitales.
FUENTE: Publicado en Reina del Olivar, número 14