POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS).
Probablemente en noviembre lo más destacado haya sido la sucesión de normas dispuestas por las autoridades autonómicas para combatir los efectos de la pandemia, y la suspensión de actividad generada en consecuencia. Pero lo que no faltó, como casi siempre, fue la ocasión de lamentar la marcha de personas nacidas, o avecindadas, en este concejo. Así, empezamos la relación el día 4, con la falta en Oviedo de Luis Álvarez González, ya comentada en estas páginas, y seguimos el 8, domingo, que fue cuando falleció, en el Hospital Monte Naranco, de Oviedo, José Godoy Viltró, Pepito, a los 82 años. Casado con Emma del Tejo Palacio, con la que tuvo como descendientes a María Ángel, Irene y Javier, Pepito, como ya comentó Fernando Canellada, fue, además de empleado del Ayuntamiento, el informador de referencia, allá por los años setenta/ochenta del pasado siglo, de todo lo que acontecía en el concejo, desde lo civil a lo deportivo, y tanto en prensa como en radio, con la importancia que ambos medios tenían por aquel tiempo.
Luego, el sábado 14, finó en Oviedo Celestino García García, Tino, a los 68 años. Vecino de la calle Plácido Martínez de la villa, estaba casado con Oliva Pereira Cabarcos, siendo hijos del matrimonio Aitor, María y Adrián. Después, el lunes 16, era María de la Asunción Toribio Mayor, Chuni, la que finaba en Oviedo, a los 84 años de edad. Chuni, que, entre otros lugares, vivió en Ceceda y también en Nava, estaba casada con José Manuel Fonseca González. Y el martes 17 nos dejaba, en Nava, Eloy Díaz Espina, a los 91 años. Vecino de la villa desde hace años, Eloy, que deja viuda a Amor Álvarez Tarano, con la que tuvo como descendencia a María Amor, Marisa, Isabel y Miguel, descansa para siempre en el camposanto de Espinaredo, Piloña.
A continuación, el miércoles 18, finaron dos mujeres; Teresa y Dolores. Teresa Vega Collada, Tere, falleció en el Hospital Central de Asturias, a los 74 años, Natural de Vega, Nava, estaba casada con Antonio Neftalí Camblor Suárez, con la que tuvo tres hijos; Rubén Neftalí y Rogelio. Mientras Dolores Canto Mayor, Lola, nos dejaba en La Casería, parroquia de Ceceda, a los 92 años. Lola, que era viuda de Avelino Redondo Cueto, había tenido con él la siguiente familia; Roberto, Berta, Isabel, Begoña y Lorena. Seguidamente, el sábado 21 el que faltaba, en Oviedo, era José Enrique Loredo Inés, Pepe, a los 87 años. Casado con Carmen Perrino Martínez, con la que tuvo dos hijos, María José y Alejandro, Pepe, al que conocí cuando vivía en El Cantarexu, parroquia de Tresali, estaba jubilado de Muebles Ordiz. Y el 23 finaba, también en Oviedo, José Mariano Corte Alonso, Mariano, a los 70 años. Natural de Cesa, parroquia de Cuenya, Mariano era soltero y estaba jubilado de la Central Lechera Asturiana.
Por otra parte, el que suscribe quiere dejar constancia, también, de la falta de dos amigos de valía contrastada que tuvieron un papel relevante en el ámbito cultural asturiano, como fueron el piloñes Manuel Eduardo Marina, que finó el 6, y el ovetense Alberto Carlos Polledo, que faltó el 23.
Y eso fue todo en un mes en el que, como para compensar otros aspecto de la realidad cotidiana, y alegrarla en lo que cabe, lució el sol casi todos los días.