POR MARIA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAILES (JAÉN)
Cada 13 de diciembre la Iglesia celebra la fiesta de Santa Lucia, virgen y mártir. Quien perdió todo por defender su fe en Cristo, antes que negarlo. Un gran ejemplo de vida que muchos desconocen de la santa. Y en Frailes celebramos que la Santa es la protectora de los fraileros ejerciendo sobre ellos su patronaje.
Vida de la santa
Nació en Siracusa, Italia. Proviene de una familia noble, rica y educada en la fe. Conocida por destacar su sencillez, humildad y honradez a pesar del poder que su familia tenía por ser ricos. A Santa Lucía se le representa frecuentemente con dos ojos. Se dice que antiguamente a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe y negarse a adorar falsos dioses paganos.
Según la tradición, cuando Lucía era una niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud su madre viuda quiso casarla con un joven pagano. Lucía consiguió el permiso de su madre para no casarse, pero el pretendiente, rechazado, estaba dispuesto a vénganse y la acusó ante el gobernador de que la santa era cristiana. Religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución, por lo que fue llamada a juicio.
El juez intentó persuadirla pero al no conseguirlo la amenazó con prostituirla y ella le dijo: El cuerpo queda contaminado solamente si el alma consciente. Santa Lucía fue llamada a juicio y fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se negó y se mantuvo firme en su fe, exhortando a los fieles para que permanecieran firmes al igual que ella. Para luego ser decapitada.
Su nombre significa luz y durante la edad media era proclamada contra las enfermedades de los ojos. Lo que provoco varias leyendas como la que cuenta que le sacaron los ojos.
Los tres valores de Santa Lucía, según el Papa Francisco son: coraje, comunidad, don uno mismo. Así lo dijo el Santo Padre ante el Consejo Nacional de la Unión Italiana de Ciegos y personas con discapacidad visual. Santa Lucía, mártir en el siglo IV durante el Imperio de Diocleciano, enseña algunos valores humanos –subrayó el Papa – que pueden ser compartidos por todos, creyentes y no creyentes. Primero que todo el coraje, dijo, de esta joven mujer. Un coraje del cual todos necesitamos para afrontar las pruebas de la vida.
Otro valor sugerido por la Santa, siguió Francisco, fue el de formar parte de una comunidad y hacer comunidad, porque de hecho, una asociación no es una suma de individuos sino que es mucho más: en un tiempo en el que la sociedad apuesta mucho sobre derechos individualistas, se corre el riesgo de olvidar la dimensión de la comunidad. Finalmente el Sucesor de Pedro señaló el valor del don de sí mismo, que la joven mártir testimonió con su vida. Con este valor Lucía nos dice que la vida está hecha para ser donada porque el hombre no se realiza plenamente en el poseer y ni siquiera en el hacer; se realiza en el amar, es decir, en el donarse. Y éste es el secreto de la verdadera felicidad.
Para mejor celebrar su patrona el Ayuntamiento de Frailes ideó la creación de un premio honorífico que lleva el nombre de Santa Lucía. Este galardón nace como expresión de agradecimiento de la sociedad frailera a aquellas personas o colectivos que hacen de Frailes su principal referencia.
A esta Villa la construimos entre todos y para todos, porque creemos en ella y nos sentimos orgullosos de Frailes, y porque la fortaleza de esta tierra está en sus gentes.
Con este premio honorífico el Excelentísimo Ayuntamiento de Frailes pretende reconocer el esfuerzo, estímulo y éxito de aquellos fraileros en el desarrollo económico, social y equilibrado de la villa. Visibilizar el esfuerzo e iniciativas de emprendedores, y puesta en valor de iniciativas que contribuyan al desarrollo sostenible.
Pero este año la maldita pandemia de COVID-19 no permite que se pueda celebrar la gala de entrega de este galardón que poco a poco ha ido reconociendo la labor de destacados fraileros y cada año va teniendo mas resonancia en la localidad y en la comarca. A lo largo de estas cinco ediciones tres hombres y tres mujeres han sido galardonadas con este premio honorífico que suponen años de trabajo por Frailes y sus gentes.
Así queda el palmarés:
I PREMIO HONORÍFICO SANTA LUCÍA EN 2015:
María Vallecillos Gallardo y Luis Cano Martín
II PREMIO HONORÍFICO SANTA LUCÍA EN 2016:
Pilar Lebrón
III PREMIO HONORÍFICO SANTA LUCÍA EN 2017:
Luis Romero Elvira
IV PREMIO HONORÍFICO SANTA LUCÍA EN 2018:
María Garcés Molina
V PREMIO HONORÍFICO SANTA LUCÍA EN 2019:
Miguel Montes Martínez
¡VIVA SANTA LUCÍA! PROTECTORA DE FRAILES Y SUS GENTES