SON LOS PENDONES DE LAS TIERRAS BAÑEZANAS QUE SE DESPLIEGAN EN UNA FIESTA DE COLOR QUE DESDE SU ORIGEN HA RESULTADO MULTITUDINARIA Y QUE ES RESULTADO DEL LEGADO QUE HA DEJADO A LA CIUDAD EL RECIENTEMENTE DESAPARECIDO CRONISTA OFICIAL CONRADO BLANCO GONZÁLEZ

La Bañeza se llena de paño en un día en el que no hay mercado. Son los pendones de las tierras bañezanas que se despliegan en una fiesta de color que desde su origen ha resultado multitudinaria y que es resultado del legado que ha dejado a la ciudad el recientemente desaparecido Conrado Blanco González, que donó el pendón a la cabecera de la comarca, después de cuatro siglos sin insignia.

Los pendones se concentran a las diez de la mañana en el Polígono Industrial de La Sementera, en la travesía de la carretera N-VI y el alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, y sus homólogos de la comarca recibirán a los estandartes a la una y media en la plaza Mayor. Es éste un punto culminante de la fiesta, con las mejores piruetas y bailes y la mayor parte del público congregado allí. El desfile continuará hasta el parque del Jardinillo, donde se servirá a las tres de la tarde un potaje.

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