POR RAFAEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ: CRONISTA OFICIAL DE VILLACASTÍN (SEGOVIA).
Confieso que hasta el mes de mayo del año pasado de 2020 en plena pandemia y encierro domiciliario, nunca había oído hablar de Miguel Ángel Sáez, pintor-escultor segoviano nacido en Villacastín en 1946. No es extraño pues yo no frecuentaba los ambientes artísticos en que hubiera podido tener alguna referencia sobre él. Con ocasión del proyecto para destacar personas notorias nacidas o asentadas en la Villa a lo largo de la historia, realicé una encuesta entre algunos paisanos sobre “qué personas del siglo XX” podrían figurar entre aquellos. María Martín Álvarez, joven villacastinense licenciada en Arte por la Universidad Complutense de Madrid, acudió a mi llamada orientándome entre otros, sobre ‘el pintor de Villacastín’ Miguel Ángel Sáez.
Al objeto de que figurase en la publicación ‘Vidas Notorias en la Villa segoviana de Villacastín’ (que ha visto la luz en febrero de 2021) logré entrar en contacto con su actual representante e hijo David Garcimartín que muy amable, cercano y generoso, proporcionándome los datos que finalmente figuraron en ‘Vidas Notorias’. Pero en el referido encierro y con prudencia ante la virulencia del Covid-19, sólo contactamos por correo electrónico y telefónicamente, lo que privó a su biografía de datos seguramente más apasionantes que la entrevista hubiera proporcionado. Pero finalmente ayer 3 de marzo con las precauciones y experiencia que el año de pandemia nos ha legado pudimos encontrarnos. Me recibió con su hijo y representante en el estudio, todos con mascarilla, sentimos no estrecharnos las manos y sentados frente a frente a una distancia segura hablamos durante un buen rato como paisanos de toda la vida. Miguel Ángel vivió nueve años en la Villa, en la casa que había en la Obra Pía y tuvimos un maestro común (Don Martín) y recordamos nombres y lugares comunes. Su familia, como la mía tenía un molino en Ituero y con nueve años se trasladaron a Ávila donde sintió la necesidad de dibujar y modelar. En 1966 se instaló en Barcelona durante un tiempo reafirmándose en su vocación como artista y escultor autodidacta y de vida nómada. Hizo su Servicio Militar en Ifni en momentos difíciles. En 1970 viajó a Italia, posteriormente estudió ‘Artes Aplicadas’ en Amberes y monto su taller en Las Palmas de Gran Canaria. Viajo nuevamente a Italia, Nueva York instalando su taller en Amberes. En Bélgica realizó diversas exposiciones regresando nuevamente a Las Palmas. Finalmente en 1979 regresó a Madrid, instalándose en El Escorial donde vive y trabaja. Entre 1966 y 2013 realizó 46 exposiciones individuales y 34 colectivas de las que destaco las realizadas en Bélgica, Holanda, Barcelona, Tenerife, Suiza, Paris, Miami (USA), Tel-Aviv (Israel), Madrid, Nueva York, Los Ángeles (USA), Ávila, El Escorial, Toledo… etc. Fue objeto de varios artículos en ABC y otras publicaciones y sobre el artista hay varias publicaciones sobre su obra.
En 2015 el Ayuntamiento de la Leal Villa de El Escorial le concedió la ‘Medalla al Mérito Artístico’. El autor dice de su pintura “…es un grito desgarrador, profundo y ronco a la libertad; una crítica sentenciosa y aguda a las injusticias de nuestra sociedad… Siempre he pintado lo que he sentido, renuncio a hablar sobre mí yo como artista, creo que mi obra habla por sí sola…”.
Tengo que decir que llamó mi atención su sencillez ante el evidente triunfo alcanzado, que su obra es enorme. Es un artista discreto, alejado de los focos mediáticos, centrado en su arte, autodidacta, trabajador incansable y que ha vuelto varias veces a Villacastín rememorando su infancia.
Nunca al parecer le ha surgido exponer en Segovia y no encuentro referencias a mi paisano en la prensa segoviana. No es amigo de ferias ni festejos, pero sería un buen momento para realizar una exposición retrospectiva de su obra, que sin duda no dejaría indiferente a nadie y nos permitiría sentirnos orgullosos de éste extraordinario y universal artista segoviano. Entrad en su página web, leer referencias a su obra, visionar su arte en internet y sabréis que lo que escribo es verdad.