POR JOSÉ JULIO ORTIZ CHISVERT, CRONISTA OFICIAL DE COBEÑA (MADRID)
Alguna vez he escrito sobre los apellidos de los cobeñenses del pasado, de cómo unos apellidos han perdurado y de cómo otros se fueron perdiendo o se han perdido.
El apellido Juanete es uno de ellos, de los que ya se han perdido. Llegó a Cobeña en 1752 y se ha mantenido hasta 2003. Así el primer vecino de nuestra villa con Juanete de apellido consta en el Catastro de Ensenada en esa fecha y consta como natural de Torrejón del Rey, transeúnte y vecino de Cobeña. Y aunque fue en 2003 cuando al fallecer Casimiro Chisvert Juanete, se pierde este apellido, hoy en 2021 perdura en su hija y en su hijo, que lo llevan de tercer apellido. Por tanto, 270 años después, aun podemos identificarlo.
Pero otro apellido no menos usual fue el apellido AEDO; Aedo aparece en Cobeña allá por el renacimiento y lo encontramos en boca de Francisco García Cabero, (El más ilustre de los naturales de Cobeña que llegó a ser el primer veterinario del reino), y que en una de sus obras cita a Andrés de Aedo, que fue Catedrático en la Universidad de Alcalá y Colegial de la Mayor de San Ildefonso. También citó a Blas Manuel de Aedo, colegial de Lugo, y Catedrático de Artes de la Atenas Complutense. Los Aedo fueron pues familia destacada en la villa de Cobeña y no cabe duda, que uno de los apellidos más añejos. Pero el tiempo hizo que también se perdiese.
Luego los Aedo también se afincaron en el no muy lejano pueblo de Estremera edificando allí su casa palacio del siglo XVIII llamada también Casa de los Martínez Aedo.
Hoy sin embargo, en el Siglo XXI y por aquellas casualidades el AEDO vuelve a estar presente entre nuestros vecinos… y es que, de allende los mares, de Chile, y sin ella conocer, que tal vez su apellido fue tan notable en Cobeña, se avecindó entre nosotros Marielle Aedo Jaque. Otra Aedo en Cobeña. Dedicado a Ceci.