POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
Esto de la gaita ye todo ponese: busco en el roncón el Do, dos octavas por debajo del Do bajo del punteru, me sirvo del acorde Do-Mi-Sol-Do y de oído me aproximo al Sol; manipulo la tercia hacia arriba y la alejo del tope superior de la prima, dejando al descubierto más espigu, para buscar un tono más grave, o acerco la tercia al tope, para dar con los agudos, y templarlo todo con el encaje del payón; coordino la presión del fuelle con el insumo de aire, atino con los calibres, la llingüeta, la payuela (abertura, pales, grosor de la caña, frenu, ferrete, cantidad de filu…), busco la atmósfera adecuada (calor, humedad, ambiente…) y me lanzo con el Xiringüelu.
[Verano pasado, en el taller de Vicente “el Pravianu”]