LUEGO
POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
«Luego» (después, más tarde) es adverbio de tiempo. Y es conjunción ilativa: «Pienso, luego existo». «Con tres luegos» (a toda prisa). «Desde luego» (no hay duda). «Luego luego» (enseguida). «Luego a luego», para introducir una idea, al principio peregrina, que se ha tornado razonable con el curso de los acontecimientos: «Luego a luego, es mejor ser pianista en un puticlub que estudiar una carrera». «Hasta luego», fórmula más amable que el adiós. Y «Hasta lueguín», muy de Gijón, indica el deseo cordial de verse pronto. ¡Hasta lueguín, Javier Villanueva!