POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE).
Sábado 8 de mayo de 2021, ocho y media de la mañana, con un sol que comenzaba a iluminar un día que se preveía primaveral y caluroso, Guerau y yo subimos al coche en dirección a la denominada Huerta de Alicante para participar en la resolución de un enigma. El primer misterio sería la localización de la tan famosa otrora Huerta de Alicante, aunque en la actualidad desaparecida, debido a la acción antrópica.
Costó lo suyo localizar la Torre de Santiago, en el maremágnum de la playa de San Juan, situada muy cerca de la avenida de Miriam Blasco.
En la torre de Santiago en la calle Diana 24, junto a una parada del TRAM Lucentum y un aparcamiento se hallaba el punto de partida de esta aventura.
Esta aventura tenía en sí un preámbulo. Del 13 al 29 de abril el MARQ organizó de forma telemática el curso L’Horta d’Alacant. Testimonis d’una cultura viva destinado a dar a conocer y poner en valor el patrimonio cultural, artístico y natural de la cuenca irrigada por el riu Montnegre (riu Verd o riu Sec, como también es conocido). Un curso interesante y muy útil, que me permitió adquirir un sin fin de conocimientos, pero que me abrió los ojos hacía un olvido imperdonable, desafortunadamente los jijonencos vivimos de espaldas a Montnegre, un hecho que habrá que revertir paulatinamente, pues Montnegre, antigua huerta de Alicante y de Xixona, forma parte indisolublemente de la esencia jijonenca. En este curso me matriculé por mi deseo de aprender y también por mi condición de profesor de Formación de Personas Adultas, puesto que estaba especialmente orientado a los docentes.
En este curso se presentó el proyecto Los Enigmas de las Torres de la Huerta de Alicante que pretende dar a conocer y poner en valor este patrimonio de los alicantinos mediante un hecho tan lúdico, como puede ser un juego. Cuando se presentó el proyecto, este juego, que es en sí una yincana, estaba en la fase teórica, es decir estaba formulado sobre papel y necesitaba a un grupo de voluntarios que pudieran evaluar si realmente se podría llevar a la práctica. El MARQ y la Universidad de Alicante ofrecieron la posibilidad a los docentes inscritos en el curso de jugar y allí fui en calidad de profesor y como ayudante me llevé a mi hijo, Guerau, quien tendría que jugar un papel esencial y protagonista, puesto que el juego está inicialmente diseñado para adolescentes y su opinión y su implicación en su desarrollo era esencial.
El proyecto ha sido desarrollado por: Antonio Carrasco, Mª Teresa Riquelme y Paz Such, profesores de la Universidad de Alicante. En esencia, es una yincana que se desarrolla a lo largo de la Huerta de Alicante con una duración de dos horas y media y un recorrido llano y un poco exigente, con inicio en la Torre de Santiago y finalización en el Monasterio de la Santa Faz. La distancia recorrida podríamos decir que es importante (más vale no mediarla, porque puede disuadir a personas poco preparadas), aunque dado que a lo largo de la prueba se van realizando paradas el concursante menos preparado(como yo) tiene tiempo para recuperar fuerzas.
En este pasatiempo tienen un papel esencial las nuevas tecnologías puesto que hay que utilizar lectores de códigos QR, dominar la búsqueda de información en Google, geolocalizar en el Google Maps las torres, aunque también es importante dominar otras habilidades más tradicionales como: orientarse sobre el terreno, fijarse en los mínimos detalles y saber dirigir a un equipo.
La idea de la prueba es sencilla y básica una joven berberisca del siglo XVII atraviesa una puerta del tiempo y se presenta en la actualidad en nuestras tierras con el objetivo de recuperar un mapa del tesoro escondido en una de las torres de defensa. La primera misión de los participantes es localizar en la proximidad de la torre un código QR que le transporta a un vídeo en el que hay que estar atento a la locución puesto que se ofrece una pista sobre el siguiente punto de control y se da información de carácter cultural, histórico, paisajístico sobre la Huerta de Alicante. El código QR normalmente se encontraba en las inmediaciones de la Torre y requería de buena vista y de paciencia, dado que en ocasiones era complicado su localización, pero en caso de desesperarse un miembro de los organizadores nos podía echar una mano.
Seguidamente hay que contestar a una pregunta, algunas son sencillas y fáciles y con una ligera cultura general se puede solventar, pero otras requieren de una búsqueda a través de Google y remitir la respuesta para superar esta fase. Descubierto el lugar de la siguiente pista sólo hay que localizarlo en el Google Maps, trazar una ruta a pie (no poner como forma de llegar la opción de vehículo porque el camino puede ser bastante largo) y caminar. Tras superar diez pruebas se conseguía localizar el mapa del tesoro y se finalizaba esta prueba.
En esta prueba participamos unas 12 personas divididas en 4 equipos que salíamos desde la Torre de Santiago con un intervalo de 5 minutos. Guerau y yo tuvimos la suerte de formar pareja con otra profesora y su marido y formar un equipo con cierta división de roles. Guerau era el especialista en nuevas tecnologías, es decir en hacer que el móvil fuera a la velocidad del rayo, mis otros dos compañeros disfrutaron realizando búsquedas en Google y yo me dediqué a localizar sobre el terreno las rutas a seguir y contestar a alguna pregunta de historia.
El juego funcionó perfectamente y puesto a poner alguna pega sería que habría que señalizar un poco algunos caminos que discurrían campo a través o disponer a miembros de la organización en los puntos más conflictivos para orientar a los participantes. Guerau se implicó en el juego, disfrutó y participó activamente. Piensa que puede ser una actividad positiva para realizar eso sí con sus amigos o compañeros de clase. También comentó que sería importante que en clase se explicara de forma muy sencilla que era la huerta de Alicante y que eran y para que servían las torres de defensa antes de comenzar el reto. La ruta se podría hacer tanto a pie como en bicicleta.
Sobre las 12,45h con un fuego en el cuerpo dado el calor bochornoso, ligero dolor de pie y cansancio acumulad llegamos a la Santa Faz. Una última prueba a resolver y misterio resuelto. Una experiencia maravillosa que se puede repetir en solitario o con la familia en cualquier momento, ya que es fácil realizar esa ruta.
Las torres de la huerta de Alicante.
A mediados del siglo XVI el miedo, la zozobra y la incertidumbre afectaban a los corazones de la oligarquía alicantina, que tenía en la llamada Huerta de Alicante, toda su fortuna invertida en la producción agrícola, especialmente en la uva y en la elaboración de vino. Ante la imposibilidad de atacar la fortaleza del Benacantil los corsarios berberiscos de Argel y Túnez habían puesto sus ojos en las partidas rurales cercanas a la capital, ricas en productos agrícolas, bienes y hombres y completamente indefensas. En acciones perfectamente diseñadas y coordinadas y capitaneadas por corsarios, que han quedado en la memoria colectiva como: Hayr al-Din, Barbarroja (1475-1543); Turgut Reis, Dragut (1550-1565), Piali Pasha (1557-1559), saqueaban, robaban y expoliaban bienes agrícolas, riquezas y hombre que eran convertidos en cautivos a la espera del rescate o en esclavos.
La oligarquía alicantina diseñó un sistema de defensa de sus propiedades basado en la construcción de tres tipos de torres.
Las de vigía situadas junto a la costa y de iniciativa estatal cuyo objetivo era vigilar y avisar de la llegada de los corsarios (la Torre de la Illeta de El Campello).
Las de refugio, situadas en la huerta, con el fin de facilitar el refugio de los habitantes de las masías cercanas hasta que el peligro pasara o llegaran las huestes acantonadas en Alicante.
Y las torres de defensa y también refugio situadas en las proximidades de los núcleos de población (Torre Campanar de Mutxamel) o de lugares a proteger (Torre del Monasterio de la Santa Faz).
Tipológicamente las torres de la Huerta de Alicante se pueden agrupar en tres tipos. Un primer tipo constructivo de estas torres posee planta cuadrada de morfología prismática con 3 alturas construidas con mampostería y refuerzos de sillares en las esquinas. (Torre Ansaldo).
Un segundo tipo con planta rectangular y forma prismática que presentan entre 3 y 4 alturas que pueden tener un aljibe en su interior. Algunas están construidas en mampostería y otras con sillares (Torre del Ciprer). Todas presentan base alamborada (Torre Sarrió) y el acceso se encuentra en alto cuando termina el talud.
El tercer tipo presenta planta rectangular (Torre Soto) de morfología troncopiramidal, con 3 o 4 alturas y sótano. En estas torres se ha sustituido la base alamborada por un plinto.
Las torres forman parte de un sistema intercomunicado visualmente para facilitar los avisos. También hay que destacar que las torres, los caminos y la acequia Mayor, que partiendo del assut de Mutxamel llegaba a San Juan, estaban interrelacionados.
Eran un total de 38 torres las que constituían el sistema defensivo de la huerta de Alicante, sin embargo la acción humana: el abandono, los proyectos urbanísticos, la desidia institucional, han provocado que sólo queden en pies 27, aunque con diferentes estados de conservación: muchas en ruinas, otras en buen estado y algunas incluso en excelente estado (Torre Rejas). Sus usos son diversos: primera y segunda residencia y restaurante.
Este juego pude permitir a los más jóvenes descubrir una parte de la historia alicantina que ha quedado prácticamente olvidada e incentivar el conocimiento por parte de sus padres, puesto que existen múltiples posibilidades de visita de este patrimonio cultural. Muestra podrían ser estos folletos: https://www.alicante.es/sites/default/files/documentos/documentos/senderos-torres-huerta/senderos-torres.pdf o https://www.turismosantjoan.es/wp-content/uploads/torres-de-la-huerta-de-alicante.pdf
Xixona y la lucha contra el infiel.
La relación entre Xixona y la lucha contra el infiel es evidente, puesto que entre 1245 y 1304 Xixona fue frontera entre las Coronas de Castilla y Aragón y se encontraba a tiro de piedra del reino nazarí de Granada. Además se hallaba en la zona de paso entre la zona costera y el interior montañoso y en la ruta de comunicación entre Alicante, Xátiva y Valencia. Hay que recordar que en 1276 Al-Azraq pasó por Xixona y llegó a Alcoi donde falleció en lo desbarat de la Canal. https://bgarrigos07.wordpress.com/2020/05/10/el-ataque-de-al-azraq/ y que el primer milagro de San Sebastián tiene su origen en la ocultación de la imagen del santo patrono durante una razzia musulmana. Este peligro no desapareció hasta que los Reyes Católicos conquistaron el reino de Granada en 1492.
En 1462 Johan Guerau Servent dejó toda su fortuna para casar huérfanas y rescatar cautivos de los moros.(A este antepasado debe su nombre mi hijo).
En el siglo XVI las milicias urbanas formaron parte del sistema defensivo de la costa. En concreto los jijonencos debían defender el sector costero de la Vila Joiosa y ante el aviso de llegada de los corsarios las milicias urbanas marchaban rápidas y raudas por el camí del peix a la Vila https://youtu.be/RzaxIkBAkSk .
Un juego divertido y entretenido que dará a conocer el patrimonio cultural de las torres de la Huerta de Alicante.
FUENTE: https://bgarrigos07.wordpress.com/2021/05/09/el-enigma-de-las-torres-de-la-huerta-de-alicante/