POR ANTONIO VERDÚ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE JUMILLA (MURCIA).
Como es tradicional el pasado domingo día 9 de mayo, debió de celebrarse la romería del Cristo Amarrado a la Columna, imagen del inmortal Francisco Salzillo (1756); desde la Iglesia Mayor de Santiago, hasta el Convento Franciscano de Santa Ana del Monte de Jumilla, de donde debió de haber sido entregado el Domingo de Ramos, hasta el 2º domingo de mayo de cada año. Son fechas fijas. El Convento está 6 kilómetros de Jumilla, en un monte de espeso pinar.
Pero este año por la temible Covid, no se ha podido celebrar, ni bajar el Domingo de Ramos, ni subir el 2º Domingo de mayo. Sí se ha celebrado de forma virtual, con algunos actos seguidos en el atrio del Convento Franciscano, de Santa Ana del Monte de Jumilla, morador especial que habitó en él -en 1580-1583- como fue San Pascual Bailón, cuyo recuerdo presura en el mismo.
La imagen del Cristo Amarrado, es solicitada todos los años por el Sr. Alcalde, -en este caso Sra. Alcaldesa- y que la Hermandad se encarga de entregar al Padre Guardián del Convento, requisito indispensable y tradicional, para que los franciscanos lo dejen bajar a participar en nuestras procesiones de Semana Santa, declaradas en 2019 de Interés Turístico Internacional.
No siempre se subía el 2º domingo de mayo, ya que variaba según la Hermandad terminara temprano o no su Asamblea de la “Dominica in Albis”, tras la Semana Santa. Si terminaba tarde, ya no les daba tiempo a subirlo y lo dejaban para el domingo siguiente. Si duraba poco, de la Asamblea iban todos los hermanos, cogían al Cristo y lo subían al Convento.
Recuerdo subir muchas veces el primer domingo de mayo, e incluso en abril, pero como todas las cosas, todo se puede mejorar, y en este caso, apoyándose en una carta que el Padre Guardián escribió a la Santa Sede en el año 1967, unos años después se dejó como fecha fija el 2º domingo de mayo, tras otra carta, contestación de la Santa Sede confirmando la fecha actual.
En el segundo centenario de la venida de la imagen a Jumilla, 1756-1956, también participé de forma directa, cantando el nuevo himno al Cristo que se había compuesto para tal fin en esta celebración del centenario, por el sacerdote de la Iglesia de Santiago D. Francisco García. Esta vez lo hicimos a la llegada al Convento de la imagen, tras la Romería celebrada en septiembre de 1956.
Cuando subáis a la Iglesia del Convento, podéis ver un cuadro pequeño, en la columna que hay a la derecha de la reja que ha acceso al Altar Mayor, según se mira al altar de nuestra Abuelica Santa Ana, antes de entrar a la capilla del Cristo, Inmaculada y Cristo de la Sangre. Su tamaño pasa un poco de una cuartilla. Hay pocos que lo hayan leído, y sin embargo ese pequeño papel es el que determina el que la romería sea ese día. El importante documento solicita el que, sea reconocida indulgencia plena, para los fieles que visiten devotamente el Convento-Santuario en ese día. Cuando conocí el documento por el entonces Padre Fray Antonio García, me lo bajé, le hice fotocopias. Se le puso un sencillo marco y allí se encuentra par conocimiento de todos los que visiten el Convento-Santuario.
El documento en su totalidad dice así:
“1343168/R. SAGRADA PENITENCIARIA APOSTÓLICA. SANTÍSIMO PADRE: El Rector del Santuario situado en el Monte de Jumilla, en la Diócesis de Cartagena, en España, humildemente pide que según la norma de la Constitución Apostólica «Indulgentiarum Doctrina» del día 1º de enero de 1967, nº 15, sean reconocidas las indulgencias concedidas por la Santa Sede a los fieles que devotamente visitaren dicho Santuario. Y Dios etc.
Día 5 de junio 1968. La Sagrada Penitenciaría con especial y expresa Autoridad Apostólica, benignamente concede Indulgencia Plenaria a los fieles que habiendo confesado y recibido la Sagrada Eucaristía, rezaren por la intención del Sumo Pontífice el Padre Nuestro y Ave María o cualquier otra oración, según su piedad, que habrán de adquirir el 2º domingo de mayo, con tal que visitaren devotamente dicho Santuario, y allí recitaren la Oración Dominical (Padre Nuestro) y el Credo. Lo que valdrá para siempre sin ningunas Letras Apostólicas expedidas en forma breve. Sin que obste absolutamente nada en contraría.
POR MANDATO DEL EMINENTISIMO. J. Senolo, regens. A. Novelli, secretario.”
Una vez confirmar una fecha fija, después se acordó celebrar el primer domingo de mayo la ofrenda de flores al Cristo, que todavía se encontraba en la Parroquia Mayor de Santiago de la Ciudad de Jumilla; y el 2º domingo, aprovechando la indulgencia que concede la Santa Sede, realizar la romería, trasladando la imagen a su Convento. Acto, que ya figura como tradición asumida por todos los que nos ha tocado vivir estos momentos, en el cual podemos seguir acompañando a la imagen, en un principio hasta San Agustín, y después si las fuerzas nos lo permiten, hacerlo hasta el Convento.
Todos los años tras la despedida oficial del Clero y de las Autoridades en San Agustín, solemos tener el mismo pensamiento: “Dios quiera que al año que viene pueda estar entre los que lo despidan”. Siempre somos los mismos. Los de aquí, y los de otros lugares, así como nos encontramos con amigos de hace muchos años, desde la escuela, o de estudios, que no tienen aquí su trabajo, pero a la romería del Cristo hay que venir. No se puede faltar.
Había otra tradición paralela a la romería, como era la entrega de los premios del “Premio Literario Ciudad de Jumilla”, y como con la entrega del mismo se terminaba muy tarde, una pequeña cabezadita en el sofá, nos acercaba a las 6 de la mañana, hora de irse a la Iglesia de Santiago a la misa de despedida del Cristo.
Aquí termina mi pequeña aportación de dar a conocer este simple y gran documento por los beneficios que concede a los jumillanos. Espero y deseo que llegue a muchos y sea recordado por el bien de los buenos cristianos a los que nuestro Cristo tanto cuida y protege. De esa manera tan sencilla se puede estar cerca de Él. Que así sea.
FUENTE: CRONISTA