POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA).
Esta calle escalonada, que parte desde el primer trayecto de la calle O´Donnell- en su flanco sur- se denomina Calle Abajo. Sus suaves escalinatas, acaban en dos bifurcaciones; que finalizan en la acequia por la parte sur y, cruzando con la calle O´Donnell, por el norte, con la posada de Genaro López y familia.
En su margen derecha conecta con un porche ajardinado que desde tiempo inmemorial, cuidan y siguen cuidando, de forma exquisita, todos los vecinos colindantes. En dicho “porche”, que semejaba a una calleja de flores del más típico pueblo andaluz, se reunía gran parte de la población en la terraza del merendero «El Chopano» y «la Sacramentos», a tomarse el típico «pon uleano»; sobre todo, en la época de primavera y verano.
Los vecinos de este callejón ajardinado: la «Barquera y el Bomba», José Emilio y Ginesa, Santos, Rafael, Asunción e Inés, se encargaban- todavía sus descendientes o nuevos moradores- de cuidar sus flores que daban al porche ajardinado el aspecto de una novia engalanada.
En el final de las escalinatas de la Calle de Abajo, antes de que sus dos ramales confluyan en la acequia, vivían Mariano Carrillo López «El Sierra», casado con Antonia Ruíz; cobrador del coche de línea Alsina Graell y alternando con la albañilería en los fines de semana y tiempo libre.
En el mismo descanso de la escalinata tenía su residencia veraniega Asunción «de Juan Francisco» y junto a la casa del «Sierra», los hermanos Jeromo y Paco López, con sus respectivas familias, Juan Gómez Martínez «El Baldao»; Este último, nacido en Villanueva del río Segura, se afincó en nuestro pueblo y, como tenía paralizadas ambas piernas, de rodillas para abajo, andaba a gatas apoyando ambas rodillas y manos. Su oficio de lañador y paragüero, hacía que su modesto taller y casa fuera visitado por muchos vecinos, con el fin de reparar sus vasijas y paraguas. También se convirtió en lugar de tertulia; sobre todo en los días lluviosos.
Juan «El Baldao» era muy querido por todos los vecinos y, ante la imposibilidad de poder caminar, el pueblo llegó a representar la obra teatral «Gigantes y Cabezudos» en el Cine-Teatro «Olimpia», cuyo beneficio se dedicó a comprarle un carrillo de ruedas con dirección manual.
La figura de Juan «El Baldao» subiendo las escalinatas de la calle de Abajo, fue tan especial que siempre tenía incondicionales para subir y bajar su medio de locomoción; en especial sus vecinos de la calle O´Donnell, Adrián y «El Chispa», cuyas viviendas eran colindantes con la calle de Abajo.
Calle Alta
Los distintos desniveles de las calles de Ulea debido al enclave del pueblo; emplazado en la ladera de la montaña, condicionan que las calles sean estrechas y muy empinadas. Nuestros antepasados las diseñaron así, con la finalidad de que las aguas de lluvia y todos los arrastres de piedras, tierra y matojos no quedaran estancados e inundaran las viviendas y corrales de los habitantes de Ulea. De esa forma, tras las lluvias copiosas, todos los elementos arrastrados, siguen su curso por las callejas, desembocando en la acequia, brazales, huertos y, en alguna ocasión, en el río.
Por tal motivo, esas calles, otrora de tierra y grava, están, en la actualidad, asfaltadas o adoquinadas de piedra labrada en forma rectangular. Sí, todas las calles y callejuelas, desde la calle Mayor hacia la montaña «El Castillo», reúnen dichas condiciones: son estrechas, empinadas y bien adoquinadas.
Es el caso de, la Calle Alta que, partiendo desde la calle O´Donnell, hasta el monte, arranca desde los lindes de la casa de los herederos de José Carrillo Hita y Rosa Herrera y, por la otra esquina, con la casa de los herederos de Antonio López «el López».
El acondicionamiento de dicha calle es reciente y, por ella circula el ganado, animales domésticos y de carga; así como los habitantes que moran en la misma. No pueden circular carros, carretas ni vehículos motorizados; solamente alguna bicicleta con un ciclista que sea avezado.
Debido a que dicha calle es angosta y muy empinada, los gestores del Ayuntamiento de Ulea han colocado unas barandillas metálicas, imbricadas en las paredes, con la finalidad de que los transeúntes de mayor edad, o discapacitados, puedan subirlas y bajarlas asidos a dicha barandilla metálica.
Paralela a la calle O´Donnell y, a los pies del monumento al Sagrado Corazón de Jesús, discurre hasta cruzarse con un callejón estrecho, también dotado de barandillas metálicas a la altura del edificio, que fue emblemático, de la Santa Inquisición. Por tal motivo, voceros del pueblo, amantes de su historia desde hace unos 72 años, tiempo desde el que he tenido la ocasión de escuchárselo, han comentado que por dicho callejón, un tanto estrecho y escondido, era por donde evacuaban a los reos que habían sido condenados por el Tribunal de la Santa Inquisición. Con posterioridad, desde hace unos 55 años, a este callejón se le llamó «Hijuela de los Garro», ya que, en dicho espacio vivían Cecilio Garro y toda su familia.
Prosiguiendo el itinerario, de la calle Alta, nos encontramos con una pequeña meseta, que da acceso a las casas de la familia Ortega; incrustadas en la roca de la montaña, como si fueran verdaderas cuevas a cuyas viviendas se accede por un camino estrecho de ganado, entre verdaderos riscos y peñones.
Siguiendo por calle Alta en adelante, nos encontramos con el florido callejón de “Las Cuatro Esquinas», en donde han vivido Gonzalo, Paco Nieto «el de las cabras», María Carrillo y la familia «Lamico». Si nos asomamos desde dicho callejón, contemplamos la majestuosidad del monte El Castillo y la loma en donde se erige el monumento del Sagrado Corazón de Jesús, en lo alto de dicha loma. Mirando desde abajo, da verdadero vértigo ya que se tiene la sensación de que dicha efigie te va a caer sobre la cabeza.
En esta calle, otrora habitada por los vecinos antes citados, nuestro querido Ambrosio Ortega y familia, la familia formada por Julio Molina y Cayetana Ruiz y su hijos Josefa, José (nuestro célebre Popeye, gran portero del equipo de fútbol Ulea Club de Fútbol) Josefa, Bienvenida y Sinforoso Molina Ruiz.
Más adelante vivían la familia de Cecilio Garro y la de Joaquín Pastor y Marica López, con sus familiares. Casi todas las casas restantes, era la parte trasera de las casas que daban a la calle O´Donnell. Dicha calle de Arriba, es un verdadero problema en la actualidad ya que, en un par de ellas, han entrado unos «okupas» con ánimos de quedarse. En la actualidad, fin de año de 2019, la policía urbana, por orden del Alcalde y sus concejales, están procurando desalojarles y darles cobijo en otros lugares
En dicho callejón, acaba su recorrido la calle Alta y prosigue su itinerario por la calle Cervantes.
FUENTE: J.C.E