JOSÉ ANTONIO RAMOS Y RAÚL RUBIO PUBLICAN UN LIBRO SOBRE LA PLAZA MAYOR DE TRUJILLO
PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE JOSÉ ANTONIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES), PROLOGADO POR ÁNGEL DEL RIO LÓPEZ, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE Y MADRID CAPITAL.
Los escritores José Antonio Ramos y Raúl Gómez han presentado el libro ‘La Plaza Mayor de Trujillo. Evolución histórico-urbanística’, con diseño de Juan Díaz Bernardo, y editado por Tau editores, bajo el patrocinio de Insegsa.
El libro recoge la expansión urbana de la ciudad, la evolución histórico-urbanística de la Plaza Mayor y un estudio exhaustivo de cada palacio, casona e, iglesia de la Plaza, entre los que destacan las Casas del Concejo y Cañón de la Cárcel, el Palacio de los Chaves-Cárdenas, el Palacio de los Duques de San Carlos, el Palacio de los Marqueses de Piedras Albas o el Palacio del Marqués de la Conquista.
El libro ha sido prologado por el cronista oficial de Madrid, Angel del Río López, amigo personal de los autores.
La Plaza Mayor de Trujillo es una de las más hermosas plazas españolas de origen medieval. Desde su origen ha ido aumentando su importancia, no solo por su papel protagonista en la vida de la ciudad, sino por su enorme atractivo para el turismo cultural, que la ha convertido en el conjunto histórico artístico más visitado de Extremadura.
La Plaza pertenece al tipo de espacio público denominado plaza espontánea o de evolución, a diferencia de aquellas otras generadas mediante un trazado geométrico regulador. En este caso se trata de un espacio urbano conformado a partir de una actividad, el comerciante de mercancías, que tiene lugar en una zona originariamente del extrarradio de la ciudad.
Surge en la Baja Edad Media, en el arrabal, cuando la población sale fuera de la muralla. Es fruto de la expansión poblacional medieval, y es el lugar en el que se celebraban los mercados y según el producto que se vendiera cada uno de los soportales que se habían construido bajo las casas recibían un nombre distinto: el del lienzo, el de la verdura, el del pan, el de la carne y el del paño. Además, estas viviendas tenían vistas privilegiadas de los espectáculos que se celebraban en el espacio placero.
A partir del siglo XVI la plaza comienza configurarse como el mayor exponente señorial de Trujillo, lugar donde la nobleza construye sus palacios y casonas: Marqués de la Conquista, Marqueses de Piedras Albas, o Duque de San Carlos. Palacios que se alternan con casas modestas de uno o dos pisos, y que junto con los edificios concejiles irán dando forma al perímetro de la plaza.
