«Iba andando a casa de mi abuela y pasaba por delante de la vivienda de Juana Montes o cuando estaba cerca de la enorme mole del Palacio y veía los baluartes o la inscripción romana embutida en sus muros, me preguntaba por qué todo eso estaba allí y era de esa forma y no de otra», cuenta el responsable. «Los libros de historia que había en casa de mis padres o de Juan José Esteban, uno de mis tíos alcantareños, algún docente del instituto y sobre todo bastantes profesores de la universidad hicieron el resto», recuerda con cariño.
EL HISTORIADOR FELICÍSIMO GARCÍA, NUEVO CRONISTA OFICIAL DE BROZAS