Los deseos nunca son inocentes sino de turbio bordado y pagamos por ellos un alto precio, mayor cuanto más grande sea nuestra esperanza; viven los deseos en la punta de la espada (por no decir otra cosa) y son nuestro mayor enemigo, por eso hay que destruirlos para que queden satisfechos. Desear la nada ayuda a sentirnos en paz.

En la foto subo ayer al punto más alto de Valladolid, a la Torre del Homenaje del Castillo de Curiel.

En primavera saldrá mi libro “Por todo lo alto”, los 78 techos de Asturias y los 52 de España», editado por Luna de Abajo.

Edición muy muy limitada para que se agote antes de agotarme yo. Reserva aquí tu ejemplar. Calculo unos 35 euros, color y más de 400 páginas. FUENTE: FACEBOOK