POR MARÍ CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETREL – PETRER (ALICANTE).
El 1 de febrero de 1909 nació Petrer Hipólito Navarro Villaplana, el tío Guitarra (nombre después de su bisabuelo), hijo del petrero Joaquín Navarro Planelles (1880-1956) y Domitila Villaplana Reig (1881-1949), primogénito del niño En villanos locales. Persona de gran curiosidad intelectual y apedreado lector (como lo demuestran los distintos temas de los mil libros que atesoró en su biblioteca), enamorado de su pueblo, interesado en la historia (Petrerina, valenciana, Corona de Aragón, Española… ) y folclore, trabajador incansable, gran conversador y narrador de anécdotas (con un inconfundible sentido del humor, cargado de sonido), meloman (a menudo escuchaba música clásica – Wagner, Bach, Beethoven, Mozart… – y le gustó la ópera y la sarsuela, además de haber tocado el clarinete de joven y haberlo solicitado en la banda local La Unión).. . A la edad de diez años entró a trabajar en LUVI, la fábrica de zapatos de su tío, pero al mismo tiempo asistió a la escuela nocturna hasta los quince. Después de estudiar un poco de francés con un exilio belga, en 1932 residió todo un año académico en Foix (Ariège, Francia, en la región de Occitania), experiencia que lo marcó para siempre, ya que le hizo madurar como persona y cómo estudiante: allí la lengua francesa (que cultivaría por el resto de su vida) y mucha literatura española gracias a un excelente profesor. En julio de 1925, durante las Fiestas del Cristo, conocí a Matilde Quiles Pérez, La Carrasca (12 de febrero de 1913 – 5 de enero de 2016), quien sería el gran amor de su vida, con quien comenzó a celebrar cuando solo tenía doce años y medio, con Quién Él se casó el 3 de mayo de 1934 y con el que tendría cinco hijos: Hipolito, los gemelos Carmen y Enrique, Ximo y Mati. Regresado de Francia, Devers 1934 se convierte en el secretario privado de su tío Ricardo Villaplana (un referente para él), y uno de los líderes de LUVI.
Cuando el 18 de julio de 1936 se produjo la subblevación militar de Franco contra el Gobierno legítimo de la II República, advertido por un amigo que quería arrestarlo, Hipolito se escondió temporalmente en Navaiol, pero el 15 de agosto se entregó y se dejó r bloqueado i en la prisión de Alicante. El 14 de octubre de 1936 un tribunal popular especial lo condenó a 12 años y un día de detención acusado de participar en actividades subversivas y apoyar al «Alzamiento» (este junio los «rebeldes de Petrer» fueron sus nuevos co-ciudadanos condenados a d eath y ejecutado). La guerra ha terminado y liberado, después de trabajar durante unas semanas como secretario personal de Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia (a quien conocía en prisión) -hermano de José Antonio, fundador de Falange-, estableció en marzo de 1940, junto con su esposa Matild e y su esposa primogénita, Hipólito (1935-1997), en el barrio Gràcia de Barcelona, donde estará a cargo una tienda LUVI y donde hará buenos amigos y disfrutará de la vida cultural de la capital catalana.
En abril de 1943 colaboró con Gabino Sintes, empresario Menorca en la zapatilla, con quien fundó la empresa Sintes y Navarro. La familia Navarro Quiles crece y se consolida en Maó (aquí nacieron Ximo y Mati), donde Hipólito Navarro vivirá, según su propia confesión, los mejores años de su vida: participa activamente en la vida social, cultural y política de Maonesa: es presidente del Orfeó Maonès y, para el nombramiento de la delegación del Gobierno, incluyendo segundo vicealcalde del Ayuntamiento, cargo de la cual se encarga de la gestión de traer algunas palmeras a Elx y plantarlas en la explanada de Maó ( todavía visible hoy). En la isla Menorca es donde Hipólito se enamora del mar y compra un chalet para pasar el verano en el hermoso Alcaufar Cala, en el sur de la ciudad, un auténtico paraíso de la familia donde el tío Guitarra mostrará una afición que nunca dejará ve :l pescando con una caña, quienes practicarán también en sus frecuentes y largas estancias en Vilanova y la Geltru (Cataluña), donde viven su hija Carmen, su yerno Conrado Brotons y sus nietos. Pero, sobre todo, Maó es el lugar donde el matrimonio formado por Hipolito y Matilde, muy apreciado por los nativos, hará amistades fuertes y valientes que durarán toda la vida (escribió: «Extraño mucho / esas cuerdas blavas, / aqu she dazzl Luz ing, / ese cielo lleno de abrazos… / y esa isla quedará encantada»).
En octubre de 1957, después de casi quince años, termina la aventura Navarro Quiles Menorquina, que vuelve a Petrer. Desde la presidencia de la Unión de Festivales (1960-1966 y 1970-1981), Hipolito ha llevado a cabo la moderna reestructuración y configuración de los festivales de Sant Bonifaci, no libre de críticas. Fue también el primer presidente de la UNDEF (Unión Nacional de Entidades Festivas), cuando fue creada a finales de los años 1970. El 28 de febrero de 1980 fue nombrado cronista oficial de la aldea de Petrer, a partir de la cual intensificó su trabajo de investigación de temas locales, especialmente relacionados al partido (en 1993, en una entrevista que realizó @[1202868221:2 048:Pablo Navarro Amat] , dijo: «La fiesta es necesaria. Por eso he dedicado mucho tiempo al estudio de la fiesta de Moros y Cristianos»). Del mismo modo, desempeñó diversas funciones en diferentes áreas de la vida cultural social y local. El 19 de febrero de 1995, ya gravemente enfermo, el tío Guit arra obtuvo un emotivo Homenaje de su localidad @TAG) en el Teatro Cervantes, acto en el que solemnemente se le otorgó el título de Hijo Predicte de octavo Vila de Petrer. Una anécdota contada por sus familiares muestra hasta qué punto Hipólito Navarro intentó aferrarse a la vida hasta el último momento: unas semanas antes de su muerte, con un hilo de vida, todavía tuvo el valor de mostrar a su nieto Xavier, y venir a hablar con él, algunos d Ocumentos Viejos unas que me encontré en el archivo municipal. Se fue unos días antes de que iniciaran las festividades de Sant Bonifaci en 1995 y, en la Plaza de Baix, volverá a tocar el Pasdoble Petrel del maestro Miguel Villar y su gente cantará el «Petrel, mi gran Petrel, mi frenesí no puede cantar más! ” que él escribió con tanto amor.
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